| domingo, 14 de marzo de 2004 | Momento de decisión Elección del jardín de infantes Mucho depende de nosotros, los adultos. Desde que el niño abandona el vientre materno nacen con él mil interrogantes planteados por el mundo que lo rodea. Esa independencia crece con los primeros pasos. Pero el jardín de infantes, significa otro verdadero corte umbilical. Nos llenamos de preguntas, angustia y temores, que no siempre tienen respuesta. ¿Cuál es, como padres, nuestro mayor miedo? El peligro. ¿Sabrán protegerlo y cuidarlo?
En primera instancia, dónde mandaremos a nuestros hijos. Si queda cerca de casa, mejor. Si es lejos, el transporte también es otro tema a evaluar.
Elegir el jardín merece una reflexión importante. La cuestión debe ser conversada y sin temor a parecer exagerados, preguntar, preguntar y preguntar... Un buen diálogo con las autoridades es el pilar fundamental y nos permite, valorar la calidad humana que "se respira" en el lugar.
También conviene visitar la institución y evaluar la cantidad de docentes por alumnos. La planta física también merece ser observada con detenimiento. Patio, hamacas, baños, pisos, salitas... Todo puede tener su riesgo para el niño.
Lo importante es saber si hay personal que supervise y esté entrenado en esto de prevenir accidentes y resolver urgencias.
La calidad de la educación es el resultado de sumar varios aspectos. Para ello, la Sociedad Argentina de Pediatría editó un manual sobre prevención de accidentes. La mejor receta para un jardín de infantes sin llantos ni sobresaltos.
Armando Marchetti, Pediatra, integrante de la Subcomisión de Prevención de Accidentes de la Sociedad Argentina de Pediatría enviar nota por e-mail | | |