| domingo, 14 de marzo de 2004 | Infraestructura. Promueven el desarrollo de una zona logística Agregar valor a las cargas, una veta de negocios para la región Junto al corredor circunvalar suma una inversión de 500 millones de dólares. Se prevé una superficie de 300 ha. Gabriel González / La Capital El desarrollo de proyectos de infraestructura promete configurar un nuevo perfil para la región de Rosario, que sume a la matriz industrial y agroexportadora una fuerte presencia de la actividad logística, aportándole servicios y valor agregado a las cargas que llegan a la zona. Dos emprendimientos de infraestructura que se están poniendo en marcha y suman una inversión cercana a los 500 millones de dólares, prometen ser los puntales de esta reconversión: el corredor ferroviario circunvalar y una zona de actividades logística.
El boom de la producción agrícola creó los cimientos para este nuevo estadio productivo. El flujo de camiones que llega al Gran Rosario crece de la mano de la producción sojera, congestiona las rutas y complica el acceso a los puertos. El trazado de un corredor ferroviario circunvalar liberará a los lugareños de los problemas de tránsito que se repiten durante cada cosecha y facilitará la llegada de los granos por ferrocarril. Pero las potencialidades del proyecto van mucho más allá, porque su concreción multiplicará las posibilidades de administrar todo tipo de cargas que tengan como desembocadura al puerto.
La provincia de Santa Fe exportó el año pasado más de 6.000 millones de dólares y las cargas salieron en su mayor parte por los puertos del Gran Rosario. Aunque se trata de una cifra formidable, el problema es que buena parte de las colocaciones externas son commodities y tienen escaso valor agregado.
Como la ciudad es salida natural al mar de un vasto hinterland del interior argentino y países limítrofes hacia el norte y el oeste, la instalación de una zona de actividades logísticas permitirá consolidar y sumarles valor agregado a esas cargas.
Para desarrollar la nueva infraestructura es necesario el concurso de los sectores público y privado. De los dos proyectos el circunvalar es el más avanzado. El gobierno nacional ordenó un desembolso de 10 millones de pesos para desarrollar el proyecto técnico y se apresta a conformar un ente que piloteará el plan de inversiones. Algunos cálculos previos efectuados por la Bolsa de Comercio de Rosario, el gran promotor de la iniciativa, dan cuenta de un costo integral de más de 300 millones de dólares.
El circunvalar es un anillo de transferencia de cargas que limitará el acceso de los convoyes ferroviarios hasta la actual traza de la ruta nacional AO12. Propone la construcción de una traza ferroviaria de 70 kilómetros, de doble trocha, que una Pueblo Esther con San Lorenzo y va paralela a la AO12. A la doble trocha concurrirán todos los ramales que actualmente convergen y se introducen a la ciudad de Rosario. Además, la AO12 se transformará en una autovía, duplicando la calzada en toda su extensión, con cruces a distintos niveles con otras rutas nacionales y provinciales.
Se prevé además el diseño de nuevos accesos camioneros a las terminales portuarias y la instalación de tres centros de trasbordo multimodales de apoyo logístico y de servicio a las cargas sobre el mismo anillo circunvalar. Además de agilizar el transporte hacia las terminales de embarque y descongestionar el tránsito interno en las distintas localidades afectadas, se producirá una importante reducción del costo de transporte terrestre.
La construcción del anillo vial y ferroviario producirá una disminución del costo de los fletes, por la duplicación de la participación del ferrocarril en el transporte de granos (del 15 al 30 por ciento), que significará unas 20 millones de toneladas anuales.
Aunque el desarrollo de las obras requiere de un plan integral, algunas puntas ya se pusieron en marcha. El Onabe, el ente nacional que administra bienes residuales del Estado, ya anticipó una inversión de tres millones de pesos para efectuar las obras del acceso sur al puerto de Rosario, mientras que Nuevo Central Argentino (NCA), principal operador de cargas granarias, desembolsará una cifra similar para efectuar una doble traza ferroviaria entre San Lorenzo y Rosario y obras complementarias en los accesos a los puertos del extremo norte del cordón agroindustrial.
También tendrá su impacto la reactivación del ferrocarril Belgrano Cargas, que está en trámite de licitación y aportará buena parte de los granos que provengan de la nueva frontera agrícola (Ver página 8).
Logística de tercera generación El segundo gran proyecto de inversión, la zona de actividades logísticas (ZAL), está siendo piloteado por el sector privado, a través de Rosario Centro Logístico (RCL), una sociedad anónima que integran la Cámara de Exportadores de Rosario (adherida a la Bolsa de Comercio); y la Corporación Sudamericana de Logística, un organismo que tiene ligazones con los puertos de Montevideo y Barcelona.
El desarrollo de una zona logística contempla una superficie de 300 hectáreas en el Gran Rosario y una inversión de 150 millones de dólares, dentro del período 2005/2010. Los terrenos ya están reservados y se desdoblarían en dos terrenos, para estar más cerca de las zonas de transferencia.
La zona logística es una plataforma de servicios ubicada en una región con abundante movimiento de cargas, que brinda infraestructura para facilitar la radicación de empresas, abarata costos en la provisión de insumos, depósitos, transporte y distribución. El operador actúa como coordinador de toda la cadena de suministros para que las empresas puedan coordinar en un mismo espacio físico distintas actividades que suman valor agregado. En rigor, RCL actúa como una sociedad de inversiones: aporta el know how y promueve la participación de los distintos operadores en la actividad, tal como ocurre con un shopping en el mercado de consumo.
El modelo de plataforma logística está copiado de la experiencia española y ya fue instrumentado en Barcelona, Valencia y Zaragoza. La de Rosario sería una zona de tercera generación, que contempla todos los modos de transporte, servicios, producciones de valor agregado y distribución. Se convertiría en el principal hubo logístico de la región y la oferta superaría a la del principal núcleo concentrador de cargas, Buenos Aires, que brinda este tipo de servicios pero no los tiene agrupado en un mismo espacio físico.
La conexión con Montevideo no es casual, porque las instalaciones orientales compiten con el puerto de Buenos Aires. Las cargas que se consoliden en la zona pueden ser transferidas a la costa uruguaya para su traspaso en buques de ultramar, si bien algunos analistas locales estiman que Rosario debe aspirar a actuar directamente como puerto de ultramar y no tener intermediarios para atravesar los mares.
"La idea es que la zona logística se convierta en un centro de negocios, incluya un hotel, cuatro restaurantes y hasta incluso un centro de salud, y que las pymes de la región que se quieran instalar puedan entrar directamente a las cadenas de comercialización internacional", dice Mario Rodríguez, director de RCL.
Directivos de la compañía ya mantuvieron contactos con autoridades municipales para ajustar las características del emprendimiento, habida cuenta de que la movida promete tener un importante impacto y requería ajustes en el código urbano. "Seguimos estos pasos con expectativa, porque la propuesta tiene mucho de lo que soñamos para potenciar el desarrollo productivo de la región. Vamos a como lo empiezan a concretar", dijo a La Capital el intendente Miguel Lifschitz, que tiene agendado para principios del mes próximo un viaje junto a empresarios a Montevideo, que incluye diálogos para avanzar en torno al tema.
"La propuesta les interesó a las empresas del Polo Tecnológico de Rosario que quieren avanzar con la constitución de un parque sectorial y también podría alojar al Centro de Certificación de Calidad en Software", acotó Eduardo Remolins, secretario de la Producción municipal. También se podrían radicar en el predio empresas de la región que afrontan necesidades de expansión y desde el año pasado impulsan la gestación de un parque empresarial. Directivos de RCL también se reunieron con las autoridades de Terminal Puerto Rosario SA para evaluar las posibilidades de llevar adelante estrategias comunes.
De todos modos, la crema del negocio debe venir de la mano de la instalación de grandes operadores logísticos, y ése es el gran modelo por armar. De la mano de RCL ya desembarcó el año pasado Plus Cargo, que opera con Montevideo y otros puertos sudamericanos, como Puerto Aguirre de Chile.
Para mayo próximo está previsto la realización de un seminario en Rosario para lanzar el programa de la zona logística de Rosario, con stands y presencia de operadores internacionales y para la primera semana de noviembre está prevista una visita del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), seguramente encabezados por su titular, Enrique Iglesias y de la Corporación Andina de Fomento (CAF), que podrían asistir financieramente el desarrollo del proyecto.
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