| domingo, 29 de febrero de 2004 | Efemérides Un 29 de febrero Guillermo Zinni / La Capital . De 1909: Muere Gerónimo, un símbolo de la resistencia india Lo que distinguió a Gerónimo de muchos otros líderes indios del Oeste norteamericano fue el hecho de que vivió hasta una edad muy avanzada y murió de causas naturales. Jefe de la tribu de los apaches, nació en junio de 1829 en Arizona y su verdadero nombre era Goyathlay, que significa "aquello que bosteza". Heredó de las generaciones más viejas la tradición de la resistencia a la colonización de los españoles y los norteamericanos. En 1874 cerca de 4.000 apaches fueron desplazados por la fuerza a un desierto estéril llamado "Reserva de San Carlos", los que aceptaron el liderazgo de Gerónimo para dirigirlos durante un período de confusión y derramamiento de sangre que duró, con algunas interrupciones, hasta su rendición final en septiembre de 1889. A pesar de que una de las condiciones de la misma contemplaba que los apaches podían volver a Arizona esto nunca ocurrió, y los indios fueron llevados a Florida y obligados a ejecutar trabajo pesado. Gerónimo, luego de varios traslados, en 1894 fue finalmente asentado en Fort Still, Oklahoma, y allí murió el 29 de febrero de 1909 pero no sin antes dictar su autobiografía: "Gerónimo, la historia de su vida", la que fue publicada en 1906 y donde cuenta cómo llegó a ser jefe de los apaches. En el verano de 1858 los mexicanos exterminaron en ausencia de los indios a las mujeres y a los niños de su tribu. El propio Gerónimo perdió allí a su madre, su mujer y sus tres hijos. Jurando vengarse, los apaches reunieron a las demás tribus y a Gerónimo le confiaron la dirección de la campaña por ser uno de los que más había sufrido. Casi un año después, tres tribus apaches y dos compañías de caballería y dos de infantería mexicanas se enfrentaron en la localidad de Arispe. "La batalla duró cerca de dos horas -dijo Gerónimo- y ya no teníamos flechas ni lanzas, las que se habían roto en los cuerpos de nuestros enemigos. Pero entonces dos soldados armados corrieron hacia nosotros desde el otro extremo del campo. Agarré una lanza y maté a uno. Me apoderé de su sable y me abalancé sobre el otro soldado, al que finalmente maté con mi cuchillo. Cubierto por la sangre de mis enemigos fui rodeado por todos los bravos y proclamado jefe. Luego di la orden de quitar las cabelleras a los muertos".
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