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 sábado, 28 de febrero de 2004

Incremento de las huertas orgánicas
El Inta de Roldán lleva más de una década enseñando a producir alimentos y generando trabajo

Delcia Karamoschón / La Capital

Roldán.- En los años 90, cuando los índices de desempleo comenzaban a agudizarse, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta) puso en marcha el proyecto social y educativo de huerta orgánica, denominado Pro-Huerta que nació para paliar la crisis alimentaria en los sectores de bajos recursos. Con el correr del tiempo, el número de familias que participan se incrementó notoriamente y varias de ellas lo utilizan no sólo para consumo propio sino como una alternativa de fuente laboral.

El programa comprende la entrega de semillas, capacitación, asistencia técnica y enseñanza sobre producción de alimentos orgánicos, cuya ingesta diaria puede recomponer problemas nutricionales, al tiempo que el cultivo de los alimentos a estimula para que los participantes se abran a nuevas inquietudes y sean protagonistas en su comunidad.

En la última campaña primavera-verano, el Programa Pro-Huerta dependiente de la Agencia de Extensión Agropecuaria del Inta-Roldán entregó semillas para 1.327 huertas familiares, 13 escolares, 15 comunitarias e institucionales, cinco demostrativas y 65 granjas, distribuidas en localidades de los departamentos Caseros, Iriondo, Rosario y San Lorenzo. Asimismo, 14 comunas y municipios desarrollaron 115 emprendimientos productivos a partir de las huertas donde también están integrados los planes Jefes y Jefas de Hogar.

Los responsables del programa en Roldán aseguraron que en cada campaña es notable el incremento de nuevos cultivadores y recordó que las semillas están financiadas por el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación y se producen en la provincia de San Juan.

"El programa comenzó como una posibilidad para generar alimentos propios, pero también pasó a ser una fuente de ingresos, por lo que muchos desocupados lo utilizan como un microemprendimiento que no necesita una gran erogación inicial porque las semillas y la capacitación son gratis, sólo requiere un terreno, un par de herramientas, alguna movilidad que puede ser hasta una bicicleta, y cajones para transportar la mercadería", explicó Alicia Gada, responsable del programa.

Este año fue muy positivo para las actividades complementarias que brinda el Inta que impartió 25 capacitaciones con un total de 480 participantes. A su vez, elaboró material bibliográfico y publicaciones para intensificar la transmisión de tecnología en el manejo orgánico de cultivo de hortalizas. "Los argentinos no estamos muy acostumbrados a comer verduras por eso intentamos que aprendan a darle utilidad a lo que se produce en las huertas con clases de cocina donde explicamos como se elaboran y se pueden consumir, las propiedades que tienen y sus aportes nutricionales", señaló la profesional.

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