Un 28 de febrero...

Efemérides

De 1917: Muere el poeta y educador Pedro Bonifacio Palacios, "Almafuerte"

Guillermo Zinni / La Capital

El poeta y educador Pedro Bonifacio Palacios, también conocido por su seudónimo de "Almafuerte", nació en San Justo, provincia de Buenos Aires, el 13 de mayo de 1854. Sus padres fueron gente modesta y su educación no superó la de la escuela primaria. De adolescente intentó estudiar pintura, pero no logró ser becado para perfeccionarse en Europa. En su juventud ejerció el magisterio y sus primeras poesías no fueron más allá del círculo de sus amigos. A pesar de haber sido cuestionado por ser "un autodidacta y un improvisado", escribió en diarios y revistas e integró un grupo literario con Manuel Gálvez y Alberto Gerchunoff. Sus poemas "El misionero", "La inmortal", "Jesús" y sus "Milongas clásicas" lo colocaron al más alto nivel entre los poetas de habla castellana. Autor vigoroso y personal, publicó también los libros "Lamentaciones" (1906) y "Almafuerte y la guerra de 1914". A pesar de su extraordinaria producción intelectual vivió siempre en la mayor pobreza. Se dedicó a la docencia durante la presidencia de Sarmiento y a causa de poemas que realizó en contra del gobierno fue destituido de su cargo. Amó a los humildes y con ellos compartió lo poco que siempre tuvo. Manuel Gálvez lo retrató en 1933 en la revista Caras y Caretas diciendo de él que "daba sus sueldos y hasta su ropa y sus cobijas a los pobres... Una noche de invierno, cuando era maestro en una escuela de la provincia de Buenos Aires, había tenido que envolverse, para dormir, con la bandera argentina de la escuelita; y así lo encontraron a la mañana siguiente, aterido de frío...". Amante del culto criollo, fue amigo del payador José Betinotti y llegó a conocer al dúo Gardel-Razzano, quienes inspirados en unos versos suyos compusieron la canción "A mi madre". Otras de sus obras son "Evangélicas" (1915) "Poesías" (1917), "Nuevas poesías" (1918), "Sonetos medicinales" y "Dios te salve" (1919), estas últimas publicadas después de su fallecimiento ocurrido en una humilde casa de la ciudad de La Plata el 28 de febrero de 1917. Su obra tuvo un gran eco popular. Venerado por la juventud, recibió del Congreso nacional una pensión vitalicia en reconocimiento a su trabajo, la que nunca llegó a cobrar ya que

la muerte lo alcanzó antes.

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