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 sábado, 28 de febrero de 2004

Asesinan a una chica turca para "lavar el honor" de la familia

Una joven turca, que tuvo un hijo siendo soltera, fue herida mortalmente en el hospital donde la atendían por una primera tentativa de asesinato por parte de su familia que quería vengar su honor, se precisó ayer.

Guldunya Toren, de 22 años, fue declarada clínicamente muerta después de que sus dos hermanos, de 20 y 24 años, ingresaron en anteanoche al hospital de Estambul donde era atendida por una primera herida y le dispararon dos balas en la cabeza antes de darse a la fuga. La víspera, la joven había sido herida en una pierna por sus hermanos, quienes la abandonaron en la calle dándola por muerta. Los dos hombres habían sido enviados por decisión de un "consejo de familia" para matarla.

En su lecho de hospital después de la primera tentativa de asesinato, la mujer había reclamado una protección policial. "Sé que no querrán que viva. Tengo mucho miedo", había dicho anteayer a la tarde después de la primera tentativa de asesinato.

Hace dos meses, la joven, originaria dela provincia de Bitlis, en el sureste del país, dio a luz un bebé después de haber mantenido una relación con el marido de su prima. El padre de la joven había pedido a su amante que la tomara como segunda esposa y como éste rechazó la proposición, Guldunya fue enviada a Estambul para el nacimiento del bebé.

La familia decidió luego matarla, estimando que había manchado su honor. En julio del año pasado, el Parlamento había abolido las reducciones de pena contra la personas culpables de "crímenes de honor".

A pesar de la protestas de organizaciones de defensa de los derechos femeninos, el Parlamento aún no ha reconsiderado la reducción de penas por actos de violencia cometidos frente a una "fuerte provocación".

Lo que constituye una "provocación" depende de la interpretación de los jueces que, a menudo, relacionan el comportamiento sexual de una mujer con el honor de la familia.

Según la legislación vigente, un crimen de este tipo es castigado con una pena máxima de 24 años, pero el criminal puede quedar libre después de haber cumplido 10 años de cárcel.

Cada año, decenas de "crímenes de honor" son cometidos en Turquía, sobre todo en la región desfavorecida y muy conservadora del sureste del país.

En junio, una joven soltera embarazada fue lapidada por su familia en la provincia de Mardin (sureste) y en noviembre, una adolescente de 15 años, también encinta, fue asesinada por su hermano de 16 en Diyabakir (sureste). (AFP)

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