| sábado, 28 de febrero de 2004 | Una invitación para ejercitar la memoria con los alumnos Alderoqui advirtió sobre los riesgos de instalar la idea de que "todo tiempo pasado fue mejor" En otro pasaje de su conferencia, Silvia Alderoqui volvió nuevamente su discurso hacia la escuela; y en tono de interrogación recordó a los docentes el entusiasmo que los adultos (padres, maestros y abuelos) ponen en los actos donde se busca recordar cómo era la vida antes, pero donde los niños son sólo espectadores de lo que "a los grandes les gusta de antes".
Les advirtió entonces sobre los riesgos que conllevan los discursos que buscan instalar la idea de que "todo tiempo pasado fue mejor". "¿Para qué estamos ahora aquí si lo de antes era mejor?", se preguntó en voz alta ante la audiencia poniéndose en el lugar de los alumnos.
En su apreciación, la idea de evocar estos espacios con las familias en las escuelas no es mala. Lo que en su opinión funciona como un obstáculo es la imposibilidad de dar a la categoría de memoria una visión más positiva, esto es aquella que "nos permite pensarnos, en una idea progresiva, es decir la memoria vivida, encarnada en lo social, en los individuos, en las familias, en las naciones".
Esa, agregó la educadora, "son las memorias necesarias para construir luego los museos locales en un mundo globalizado". En este caso, Alderoqui apuntó que la pregunta clave para empezar en esta posibilidad es "¿qué queremos conservar?", cuestión que debe ser respondida por todos, en acuerdos comunes y que exceden a una idea del patrimonio ligada a lo "viejo", para pensar más en la calidad.
En medio de juegos y textos literarios que suscitaron constantemente la atención de la platea, la especialista hizo hincapié en la dimensión que tiene la transmisión del patrimonio en los docentes ya que son unos de los encargados de formar ciudadanos usuarios de los espacios público. "Hay que provocar una memoria liberadora, aquello que permita hacer un nuevo relato. El pasado permite que los sujetos se historicen", expresó.
Sobre el final de la charla, Alderoqui ilustró con diferentes estrategias acerca de cómo trabajar el tema en el aula y destacó la necesidad de tener en cuenta cómo leer el patrimonio urbano, poniendo el énfasis en el derecho a la belleza. Fue entonces cuando cuadernos y hojas se movieron con rapidez en manos de las docentes: ninguna se quiso perder apuntar esas ideas. enviar nota por e-mail | | |