Pasear por el diccionario

En una bien lograda nota publicada el 23 de febrero pasado, el señor Mario Torrisi señala con acierto "el valor del diccionario". Este término proviene del latín medieval "dictionarum", que significa colección de voces. Los diccionarios definen todo y también se definen a sí mismos: "Libro en el que se recogen y explican en forma ordenada voces de una o más lenguas, de una ciencia o materia determinada" (Real Academia Española). Existen distintos tipos de diccionarios. Los que más empleamos son los de la lengua y los enciclopédicos. Sea cual fuere la frecuencia con que los abrimos, por lo general nos limitamos a verificar la ortografía de una palabra; o informarnos de su significado preciso para utilizarla con propiedad; o buscar sinónimos para reemplazarla. Pero si "paseamos"

-sin apuro y con atención- por su interior, nos asombraremos al encontrarnos con vocablos cuya existencia ni siquiera imaginábamos o con acepciones que desconocíamos. El diccionario es un instrumento que debemos valorar tanto por su utilidad como por el inmenso trabajo que representa su elaboración, en ocasiones muchos años de labor de grandes grupos. Aprendamos a consultarlo con asiduidad para sacar el mayor provecho a toda su riqueza informativa. Un diccionario es una permanente invitación a viajar por el fascinante mundo de las palabras.

Carlos Alberto Parachú