Estaría agonizando el fundador de la mayor guerrilla colombiana

Tirofijo, quien en 1964 creó las Farc, sufre un cáncer terminal y habría desistido de seguir tratándose

Bogotá. - El septuagenario fundador y líder de la guerrilla colombiana de las Farc, Pedro Antonio Marín (alias Manuel Marulanda o Tirofijo), sufre un cáncer terminal y le quedan unos seis meses de vida, según fuentes cercanas al grupo rebelde citadas por una revista local. Tirofijo fue uno de los fundadores de las Farc a inicios de los años 60, que es el grupo rebelde más antiguo de América latina.

La información, publicada en la revista Diners, fue conocida por la reconocida periodista Patricia Lara, quien aseguró que se trata de fuentes de entera credibilidad. "Son dos fuentes supremamente serias que tienen contacto permanente con las Farc y que me lo dijeron por lados distintos; dos fuentes diferentes y en escenarios diferentes", señaló Lara a radios locales.

La ex directora de la revista Cambio agregó que si bien en el país se ha reportado en al menos 17 ocasiones la muerte de Marulanda, en esta oportunidad se trata de personas "bien informadas", que, señaló, han estado vinculadas a las tentativas de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc), durante la anterior presidencia de Andrés Pastrana. Las negociaciones, que duraron casi los cuatro años del mandato de Pastrana e incluyeron la cesión a las Farc de una amplia región en el centro del país, terminaron en un completo fracaso. Durante los diálogos, Pastrana y Tirofijo llegaron a reunirse públicamente en el corazón de la zona controlada por la guerrilla.

"Son personas muy serias en todo el proceso de paz, que precisamente por la discreción que han mantenido siempre es que pueden trabajar" en el tema, afirmó la profesional. En su artículo, titulado "La hora final de Tirofijo", Lara escribió que, según esas fuentes, "se calcula que a Marulanda le quedan unos seis meses de vida. El cáncer de próstata lo volvió a atacar, y con tal fuerza que el viejo guerrillero no quiere tratarse más", anotó.


¿Internado en Brasil?
Marulanda, quien fundó las Farc en 1964, tiene entre 74 y 76 años de edad, según historiadores y el propio líder rebelde.

La periodista apuntó que, de acuerdo con otras fuentes próximas al grupo insurgente -el principal del país con 17.000 efectivos-, Tirofijo se hallaba a finales del año pasado en muy malas condiciones en un hospital de Brasil, cerca de la frontera con Colombia. "Otras fuentes sostienen que se comentó en círculos de la guerrilla que a finales del año pasado Tirofijo se encontraba muy mal de salud y estaba muriéndose en un hospital de Brasil, cerca de la frontera con Colombia", indicó.

Lara dijo igualmente que la situación de Marulanda se mantiene en absoluta reserva al interior de la guerrilla, y la comparó con la del presidente de Cuba, Fidel Castro, y la del antiguo jefe militar de las Farc, Jacobo Arenas, de cuya muerte sólo se supo cuando se encontró su tumba.

"Cuando murió Jacobo Arenas la noticia se conoció como tres meses después, cuando el ejército llegó a Casa Verde (un bastión histórico de las Farc) y encontró la tumba, un monumento elegantísimo en plena selva", evocó.

"Siempre han mantenido como unos misterios con respecto a eso. Las enfermedades de Fidel Castro también son un misterio, es como una costumbre de ellos", comentó la periodista. Las Farc y el régimen comunista cubano han mantenido históricos contactos.

Asimismo precisó que, según las mismas fuentes, el sucesor de Tirofijo está entre el número dos de las Farc, Raúl Reyes, el líder político, Alfonso Cano, o el comandante militar, Luis Suárez (alias Mono Jojoy). El ascenso de uno u otro de estos líderes tendría efectos diferentes sobre el conflicto interno colombiano. Se cree que el Mono Jojoy sería más propenso a la confrontación armada, mientras que Reyes o Cano tienen una visión más elaborada y política de la situación y podrían buscar la negociación con el duro gobierno de Alvaro Uribe, quien, según los observadores, ha puesto a la defensiva a las Farc.

En contraste, durante los cuatro años de Pastrana, esta fuerza ganó en poder y dominio territorial, mientras que la zona entregada para negociar, del tamaño de una provincia, se convirtió en una base de entrenamiento y refugio intocable de las columnas de las Farc. En este contexto, puede especularse con que un jefe más joven y con mayor roce político que Marulanda, quien pasó casi toda su vida en la selva, podría iniciar negociaciones. Aunque esta vez sería en condiciones de mayor debilidad que en tiempos de Pastrana, cuando las conversaciones se llevaban en un marco de creciente poder militar de la guerrilla, lo que las impulsaba a subir su apuesta en la mesa de negociaciones.

Tirofijo junto a su posible sucesor, Raúl Reyes, en 1999.