| miércoles, 18 de febrero de 2004 | Denuncian a penitenciarios bonaerenses por ataque a presos Detenidos que revelaron el complot contra un juez afirman que fueron golpeados en la cárcel de Ezeiza Los dos presos que denunciaron la semana pasada que autoridades del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) les habían encargado asesinar al camarista de San Isidro Fernando Maroto y al fiscal general de San Martín Luis María Chichizola, aseguraron ayer que sufrieron una golpiza en el complejo penitenciario de Ezeiza.
Así lo confirmó ayer el propio Maroto, quien dijo que "esto está mostrando la impunidad con la que se maneja esta mafia" y acusó al gobierno bonaerense de hacerse "el distraído".
Maroto también reclamó al gobierno provincial la "urgente intervención del SPB", exhortó a que tome cartas en el asunto y afirmó que ayer otro preso, pero del penal de Magdalena, denunció que penitenciarios le habían propuesto asesinarlo.
Tras denunciar el complot los dos presos habían sido trasladados por su seguridad de una cárcel que dependía del SPB a la unidad de Ezeiza que depende del Servicio Penitenciario Federal (SPF).
Maroto explicó que el padre de uno de los detenidos le comentó que anteayer durante un traslado a los Tribunales de San Martín, uno de los presos "grito desde el camión celular que los sacaran de Ezeiza porque estaban siendo golpeados".
Ante esta nueva denuncia, el ministerio de Justicia bonaerense aseguró que los dos detenidos "dejaron el SPB el 11 de febrero" por su traslado al Penal de Ezeiza. La cartera de Justicia aclara que, por no estar los internos alojados en el SPB, el mismo no tiene responsabilidad alguna en la supuesta golpiza o agresiones que denuncian haber recibido los detenidos.
Fuentes judiciales revelaron que a partir de esta nueva situación, el fiscal Chichizola comenzó a gestionar un nuevo traslado de los presos denunciantes, pero esta vez a alguna dependencia de Gendarmería Nacional o cualquier otro ámbito que no pertenezca a penitenciarios.
Maroto dijo que "fue una ingenuidad que los hayan trasladado de un servicio penitenciario a otro, porque los dos son como hermanos y comparten actitudes mafiosas". El magistrado añadió: "Creo que han transmitido una suerte de mensaje, es decir, el servicio penitenciario es uno solo y van a hacer lo que ellos quieren".También comentó: "corre peligro la vida de otro preso de Dolores que fue testigo de la reunión en la que los penitenciarios les propusieron degollarme a mí y al doctor Chichizola y aún no fue trasladado". (Télam) enviar nota por e-mail | | |