| domingo, 15 de febrero de 2004 | "Estuve un minuto y medio muerto" "Pude haber jugado al menos cinco años más, sobre todo en Central. Pero cuando vuelva a la tierra voy a cumplir mi sueño", dice Giménez en su relato antes de revelar "el día que estuve muerto un minuto y medio?
-¿Cómo?
-Estaba en Newell's, en una práctica. Me dolía la garganta y le dije al masajista, el Pisahuevos Alonso que me diera una inyección de penicilina para que se me pasara. Y me agarró una reacción alérgica. Bertoldi, el arquero, me contó que estaba morado. Como muerto. "Sí ya sé", le dije. Porque mi espíritu salió del cuerpo y caminé por la escalera del túnel para entrar a la cancha. Ahí miré a las tribunas, que estaban vacías, y me dije "claro, terminó la práctica y se fueron todos". Entonces me volvía y cuando estoy llegando a mi cuerpo siento las cachetadas que me daba el doctor Morosano (Mario, ex crack leproso), que vino de casualidad al entrenamiento. Me lo mandó Dios. Ahí me dio decadrón, había poquito y fueron a buscar más y entonces sí reaccioné. Después, ese domingo igual jugué. enviar nota por e-mail | | |