| domingo, 15 de febrero de 2004 | Mendoza amenazada por el retroceso de glaciares La economía provincial depende del agua de deshielo La economía de Mendoza, dependiente en un 95 por ciento del agua de deshielo, sufrirá un impacto negativo hacia el 2100 como consecuencia del proceso de desaparición de los glaciares andinos previstos para entonces, según la evaluación realizada por el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC).
Las últimas mediciones realizadas por los científicos permitieron observar que, por ejemplo, los glaciares tributarios del río Atuel, en Mendoza, evidencian una merma constante en los últimos 40 años, período en el que aumentó la temperatura global. Tanto los glaciares Humo y Fiero, tributarios del Atuel, muestran un retroceso desde el año 1948 de más de 300 metros.
En otra evidencia del cambio climático, la organización ambientalista Greenpeace distribuyó esta semana una foto con el grave retroceso del manto helado que sufre el glaciar Upsala, en Santa Cruz, que perdió alrededor de 13,4 kilómetros cuadrados de la masa que poseía en 1928.
"En toda la zona de los Andes, y en particular en el centro de Argentina, el abastecimiento de agua depende básicamente de la fusión de los glaciares. Las autoridades cuyanas deben tener en cuenta que los glaciares van a fundirse, que ya se están fundiendo", alertó el vicepresidente del IPCC, Osvaldo Canziani.
El dato se torna dramático ante la disminución de las nevadas y la baja en las precipitaciones, hechos que se vienen registrando en las últimas cuatro décadas, y que hacen más dependiente la economía de la región al estado de los glaciares.
La cordillera de los Andes intercepta las masas de aire húmedo provenientes del Pacífico, dando origen a las nieves y hielos de alta montaña que luego se derriten y abastecen los caudales de los ríos cuyanos. "El crecimiento y la alta densidad de la población está agravando la situación por exceso de uso, porque para abastecer la creciente demanda de agua se han perforado pozos de extracción que dependen también de las nieves andinas", detalló un informe elaborado por la organización Greenpeace.
La evidencia de una foto El retroceso de los glaciares fue puesto en evidencia esta semana por Greenpeace a través de la difusión de una fotografía del Upsala (Santa Cruz) de 1928 que contrastó con otra actual. Los ambientalistas ubicaron la cámara fotográfica en el mismo punto que lo hizo en la década del veinte aquel fotógrafo para mostrar en forma inapelable la disminución de la capa de hielo.
Los investigadores comprobaron que el fenómeno se profundizó entre los años 1997-2003 y aportaron el dato específico de que 1998 fue el año en que se registró la temperatura media global más alta que se haya conocido, según los informes elaborados por la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
La misión estuvo integrada por el investigador del Conicet, Jorge Rabassa y los profesores de la Universidad de Wisconsin, Brailey Singer y James Bocqheim, quienes junto a los miembros de Greenpeace navegaron por las aguas de lago Argentino para comprobar in situ el estado actual del glaciar.
El dirigente de Greenpeace Juan Casavelos advirtió que "el derretimiento de las capas de hielo y los glaciares incrementarán el nivel del mar, afectando los ecosistemas y las poblaciones costeras, además del abastecimiento de agua dulce".
La negativa de los Estados Unidos a ratificar el protocolo de Kioto sobre gases contaminantes y la indefinición de Rusia, fueron el golpe de gracia para cualquier intento en avanzar en la solución del problema, según coincidieron científicos y ambientalistas.
"Los gobiernos de Latinoamérica -agregó Casavelos-, deben hacer causa común y presionar a los Estados Unidos, el principal emisor de contaminantes a la atmósfera y a Rusia, para que ratifiquen el Protocolo de Kioto". enviar nota por e-mail | | Fotos | | Fotos de 1928 y 2004; el retroceso del glaciar Upsala. | | |