| domingo, 15 de febrero de 2004 | Scouts varados en el andén Un grupo de 30 niños entre 7 y 17 años, y 10 adultos, todos integrantes de la Agrupación Scout Manuel Belgrano (Vieytes 820 de Rosario), habíamos comprado pasajes para viajar en tren a la ciudad de Tucumán, donde realizaríamos nuestro campamento anual. La partida estaba prevista para el pasado 16 de enero en horas de la noche, desde la estación de trenes Rosario Norte. La empresa que realiza el recorrido Buenos Aires-Tucumán se llama NOA Ferrocarriles SA. Al arribo del tren a la estación advertimos a simple vista que viene colmado de pasajeros, y cuando aparece el guarda nos confirma que el tren está lleno, que nuestros lugares (teníamos asientos numerados) estaban ocupados y que no había ninguna otra disponibilidad para nosotros, ya que inclusive desde Buenos Aires venían pasajeros parados, pues había existido una sobreventa de pasajes. Podrán imaginar los lectores los nervios, la desesperación, angustia, bronca y frustración que tal situación generó en los padres, y el llanto de los chicos que veían que el viaje con el cual se coronaría un año de sueños, proyectos y trabajo, se les escapaba dejándolos varados en el andén. Desde la misma estación de trenes existieron comunicaciones vía celular con funcionarios de la empresa NOA (de Buenos Aires, ya que en Rosario no existe ningún representante o autoridad de la empresa), quienes se comprometieron a poner esa misma noche un micro a nuestra disposición para efectuar el viaje a Tucumán. Puro verso. Lo real es que el tren continuó su viaje, obviamente sin nosotros. En conclusión, los chicos scouts se quedaron sin el planeado campamento anual en Tucumán, como consecuencia del incumplimiento, irresponsabilidad y desaprensión de las autoridades de NOA Ferrocarriles, cuando no de un obrar delictivo, ya que tal proceder bien podría encuadrarse en la figura penal de la estafa. Como consecuencia del episodio que nos tocó vivir, nos enteramos de que es bastante frecuente que exista "sobreventa" de pasajes por parte de la empresa, pero tales hechos generalmente no trascienden ni derivan en ulteriores complicaciones para "NOA", ya que la persona damnificada opta por viajar sin asiento (parada), o se le restituye el dinero del pasaje y con el correr de los días va olvidando la cuestión. Pero en nuestro caso hay 40 familias motivándose una a otra para que el tema no desaparezca, pues tiene relación con los "valores" que se pretende inculcar a los chicos desde la institución scout: la defensa de los derechos, el no dejarse avasallar, no consentir la impunidad, etcétera. Todavía ni siquiera se nos ha ofrecido la restitución del precio de los pasajes, ni qué hablar de una disculpa o de algún tipo de compensación por el daño causado. Querríamos que nuestra triste experiencia sirva de utilidad para evitar que NOA Ferrocarriles continúe obrando tan deshonestamente. Ojalá que alguien, obviamente en otras esferas de poder, pueda dar "un tirón de orejas" a la empresa para que de alguna manera entienda que no puede seguir vapuleando a la gente con total impunidad.
Roberto Ruiz
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