| sábado, 14 de febrero de 2004 | Cargamento trucho Un aceite con buen precio pero que sólo tenía agua El aceite estaba a precio de oferta y lo vendía directamente el dueño de una distribuidora. Rubén Alberto Vicente decidió aprovechar la oportunidad: compró más de 500 bidones de cuatro litros y medio. Pero el verdadero negocio quería hacerlo el vendedor: se trataba de una burda adulteración, que no tardó en quedar al descubierto.
La historia comenzó el martes. Ese día un hombre de unos 50 años se presentó en Provincias Unidas 661, donde Vicente tiene un negocio de panadería y heladería. El visitante dijo que era dueño de una empresa dedicada a la venta de aceite y que tenía una carga de aceite Natura en liquidación.
Convenido el negocio, la mercadería fue entregada el jueves a las 11, por un transportista que conducía un camión Bedford proveniente de Córdoba. Según informó la policía, "al caer una caja al piso Vicente nota que el contenido de los bidones parecía no ser aceite", sino agua con colorante. Los envases estaban provistos de una etiqueta que más que disimular llamaban la atención sobre el engaño. El transportista se retiró del lugar y la carga quedó en el depósito. "El encargado no preguntó por la procedencia de la mercadería, por lo que tampoco constató la existencia de la empresa", agregaron los voceros.
La Brigada de Investigaciones estableció que la Aceitera General Deheza, de Córdoba, elaboradora del aceite, no había enviado ningún tipo de carga a Rosario en la fecha indicada. El distribuidor local, a su vez, desconocía al negocio de Provincias Unidas al 600. En consecuencia, con una orden de allanamiento del juez Carlos Triglia, los uniformados allanaron ayer el depósito y confiscaron el aceite. En tanto, el supuesto distribuidor no fue identificado. enviar nota por e-mail | | |