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 sábado, 14 de febrero de 2004

Patrimonio cultural. Nin anticipó que el tema se impulsará en las aulas
"Los museos ya no son más los espacios de las verdades consagradas"
Un grupo de museólogas afirma que la propuesta educativa busca provocar nuevos aprendizajes

A la imagen acartonada con que suelen asociarse los museos, la propuesta que encara El Círculo para las escuelas opone otra: "Partimos de una postura diferente a la que consideraba que un museo era el lugar de las verdades consagradas. Hoy no es así, sino que lo vemos como un disparador, el puntapié inicial para provocar inquietudes y seguir cuestionándose", acuerdan las museólogas que trabajan en los festejos del centenario del teatro.

Esta nueva perspectiva de las posibilidades que ofrecen los museos como espacios de conocimiento implica también pensar en un público nada expectante. Por cierto, lo que se busca es que interactúe con la historia que en este caso le develará el teatro durante las visitas guiadas.

La propuesta que El Círculo preparó para las escuelas pretende llegar a fondo en el trabajo del aula. "Es global, se trata de un proyecto que abarca a los docentes de las distintas disciplinas, a los alumnos y un espacio para escuchar sus opiniones sobre lo vivido", señalan las organizadoras. La intencionalidad es clara y ambiciosa, y está en consonancia con una demanda de las nuevas currículas: "Fomentar ese amor al patrimonio histórico y cultural desde las escuelas".


Qué conocerán los chicos
Las visitas son una invitación a ser parte del momento en que se decide la construcción del teatro, hacia fines del siglo XIX, como respuesta a las demandas de una sociedad conformada en su mayoría por inmigrantes europeos. También al día en que abre sus puertas al público -7 de junio de 1904- con una ópera de Giuseppe Verdi.

A la noche de inauguración le siguieron otras de esplendor, con la presencia de espectáculos que reunían a figuras como Enrico Caruso, Pietro Mascagni, Ruggiero Ricci, grandes compañías de ópera, ballet, orquestas sinfónicas y también nuevos talentos.

La arquitectura del teatro se distingue por los mármoles, arañas, butacas y mosaicos traídos de Europa; el decorado y pinturas, entre las que se destacan obras de Carmigniani, y el cielorraso del foyer, pintado por Salvador Zaino. A cien años de haber abierto sus puertas, el edificio se mantiene en muy buenas condiciones de conservación, habiéndose restaurado importantes sectores, respetando materiales y técnicas originales.

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