| sábado, 14 de febrero de 2004 | El centro de salud mental está cambiando la cara Al fin, se hicieron refacciones en el Psiquiátrico Agudo Avila El estado del lugar era pésimo: baños clausurados, techos con filtraciones y paredes descascaradas Carina Bazzoni / La Capital El Centro de Salud Mental Agudo Avila -más conocido como Hospital Suipacha, por su ubicación en Suipacha al 600- está cambiando de cara. Después de muchos años en que sólo se le hicieron arreglos menores, se comenzó a encarar una refacción total de los tres pabellones del edificio construido a principios de siglo. Los trabajos estarán listos el mes próximo, cuando se terminen de pintar las fachadas y de parquizar los espacios abiertos.
Las obras se realizaron por etapas, y sin que mediaran grandes anuncios ni inversiones millonarias. En total, los trabajos demandaron unos 100 mil pesos que se restaron a las partidas de mantenimiento que recibió el centro asistencial en los últimos dos años. Eso sí: el impacto que tuvieron salta a la vista.
Para mostrar la magnitud de los trabajos, en la dirección del centro de salud mental se guardan fotos del "antes" y el "después", y los pabellones de internación son un claro ejemplo de esto. Previo a las obras, las camas de los pacientes ocupaban toda la planta, sin ninguna separación, los techos se llovían, las paredes estaban totalmente descascaradas y varios baños se habían clausurado.
Las tareas Hasta ahora no sólo se construyeron boxes para los internos, sino que también se recuperó un espacio de estar -con sillones, mesas, ventiladores de techo y televisor-, se renovaron los baños y el sector de enfermería, y se pintó todo el lugar. "Es el día y la noche", aseguran tanto enfermeros como pacientes.
Aún así, el grueso de las tareas no está a la vista. Las refacciones comenzaron en los techos, donde se arreglaron filtraciones y se cambiaron desagües, se renovó toda la instalación eléctrica y sanitaria, se recuperaron espacios como los sótanos donde se instaló el sector de lavandería y se amplió el salón comedor.
El sector de administración y los consultorios externos tampoco quedaron ilesos. Se renovó el equipamiento, se pintaron las paredes y se colocaron ventiladores de techo y luces de emergencia.
"La idea es no sólo mejorar el hábitat del paciente, sino también del personal que trabaja acá -sostuvo el director del centro asistencial, Horacio Bucci- para que todos tengan un ambiente digno".
Aunque depende de la provincia, la historia del Centro de Salud Mental Agudo Avila está indisociablemente ligada a la Facultad de Medicina. Al punto de que lleva el nombre de quien fuera el primer delegado organizador de esta casa de estudios: Antonio Agudo Avila.
Gran parte de las tareas de refacción quedaron en manos de las cinco personas que se encargan del mantenimiento del hospital, lo que permitió que se hicieran con las mismas partidas para funcionamiento que manda mensualmente el Ministerio de Salud de la provincia. "En total, habremos invertido entre 100 y 150 mil pesos, pero son números gruesos porque muchas cosas las hizo el mismo personal", aseguró el director del centro de salud mental.
"Nunca se hizo un trabajo así" Desde hace 20 años, Ricardo Fay es el jefe de mantenimiento del centro de salud. "Creo que en la historia del hospital nunca se hizo un trabajo así. Tenía que ver lo que era esto: un desastre", aseguró quien no sólo se encargó de coordinar todas las tareas, sino también de construir los boxes para los internos, cambiar parte del cableado eléctrico y reparar camas, mesas y sillas.
Para el director del centro asistencial, la concreción de estas obras no tiene muchos secretos. "Se trata de aprovechar al máximo los recursos económicos y de contar con empleados que son conscientes de la importancia de su trabajo", indicó. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Manos a la obra para poner en condiciones al psiquiátrico. | | |