Polémica por el cine del Laguito

La Capital publicó el 12 de este mes, en formato escándalo, una nota sobre las repercusiones de una proyección de cine al aire libre ocurrida hace ya veinticinco días. Según la nota, uno de los filmes exhibidos en aquella ocasión está en el eje de un escándalo que derivaría en el levantamiento del ciclo. Sin embargo, en la edición del 19 de enero pasado del mismo diario, es decir al día siguiente de la proyección, el acontecimiento había sido saludado desde la portada como el hecho cultural que ha sido ("El séptimo arte llegó anoche al Independencia"), anotándose además que salvo algunas alegadas dificultades técnicas, "la noche fue magnífica y el clima acompañó para que muchas familias cenaran junto al laguito y disfrutaran del cine". Creo que esta incoherencia entre dos publicaciones del mismo diario afectan la credibilidad y que la nota del 12 del corriente puede hacer pensar que está redactada a medida para responder a los reclamos de la productora privada que auspició el evento, y que canaliza su insatisfacción disparando arbitrarias acusaciones. La nota de La Capital -sin firma- pone en boca de una presunta "testigo privilegiada" una descripción del contenido del cortometraje cuestionado: "Dos chicas en malla sobre una terraza donde hojeaban una revista, miraban por un balcón y se prodigaban una catarata de insultos. Uno tras otro". He tenido oportunidad de ver el corto referido y puedo afirmar que aquella descripción no coincide con lo que el corto muestra, en particular en cuanto a lo de "catarata de insultos". Cabe destacar, por otra parte y como un modo de defender su calidad e intención realizativa, que fue precisamente ese corto "Las insoladas", el que obtuvo el Premio al Mejor Video de Ficción en el Festival Latinoamericano de Video de Rosario de 2002. Cargar las tintas sobre la indignación que a algunas mentes predispuestas pueda haberle provocado un cortometraje que para otros no pasa de ser gracioso, me parece que sirve para fomentar un oscurantismo que no está acorde a estos tiempos, y que en este caso ha ayudado a privar a las gentes de Rosario de un motivo de alegría en momentos en que está tan difícil obtenerla.

Mario Piazza