Año CXXXVII Nº 48295
La Ciudad
Política
Economía
Información Gral
El Mundo
Opinión
La Región
Policiales
Cartas de lectores


suplementos
Ovación
Salud
Autos
Escenario


suplementos
ediciones anteriores
Turismo 08/02
Mujer 08/02
Economía 08/02
Señales 08/02
Educación 07/02
Campo 07/02


contacto

servicios

Institucional

 miércoles, 11 de febrero de 2004

El candidato ruso dado por desaparecido estaba en Kiev

Moscú. - Parecía una venganza del Kremlin, pero resultaron ser las ganas de pasar "dos o tres días en privado": el candidato presidencial ruso Ivan Rybkin, con paradero desconocido desde hace cinco días, reapareció ayer completamente ileso. Rybkin había decidido visitar a unos amigos en Kiev, la capital de Ucrania, para alejarse del revuelo causado por sus críticas al presidente, Vladimir Putin. La histeria desatada en Moscú y el estupor internacional por su desaparición le pasaron totalmente desapercibidos: "Había apagado mi teléfono móvil y no miré la televisión", explicó.

Pero la opinión pública rusa estuvo en estado de conmoción. Sin dejar rastro, el candidato hasta ahora considerado moderado y sereno desapareció el jueves de la semana pasada de su vivienda en Moscú. Las especulaciones tenían en la mira a Putin: ¿Acaso había decidido tomar una medida drástica contra el hombre que lo acusó de corrupto y calificó su política en Chechenia como un "crimen de Estado"? Otros manifestaron que la desaparición era una cínica operación política digitada por el multimillonario ruso y crítico de Putin Boris Berezovski desde su exilio en Londres. Los antecedentes de la escena política rusa justificaban los peores temores: en los últimos diez años fueron asesinados diez diputados.

La fiscalía rusa había abierto una investigación preliminar por asesinato. Algunos diputados de la Duma aseguraban haber visto a Rybkin en un centro de reposo del Kremlin en las afueras de Moscú.

Pero la verdad estaba en boca de un diputado del Parlamento ucraniano que se mostró perplejo por el revuelo en torno a Rybkin cuando se lo podía ver todos los días en el hotel Ukraina de Kiev. Horas después, Rybkin daba señales de vida.

El drama político se reveló entonces como la clásica historia del hombre que sale a comprar tabaco para nunca regresar a casa. Al menos es lo que indica la reacción de su esposa al enterarse de la reaparición: "Pobre Rusia si este tipo de gente quiere gobernarla", dijo indignada Albina Rybkina.

Antes de su "desaparición", las encuestas otorgaban a Rybkin una intención de voto del 1% en las elecciones del 14 de marzo. Al retornar ayer a Moscú anunció que medita retirarse de la contienda. (DPA)

enviar nota por e-mail

contacto
buscador

  La Capital Copyright 2003 | Todos los derechos reservados