Deuda: Kirchner ratificó que Argentina no se moverá de su oferta

El presidente Néstor Kirchner ratificó una vez más que Argentina no se moverá de una quita del 75% sobre su abultada deuda en mora, pero el ministro de Economía, Roberto Lavagna, dio señales de querer avanzar en el diálogo "con todos" los acreedores, cuando se avecina una misión del FMI.

"El gobierno argentino en ningún momento se vio cerrado a cualquier tipo de negociación", aseguró este miércoles el ministro del Interior, Aníbal Fernández, y sostuvo que "la puerta nunca estuvo cerrada a una posición lógica" en el diálogo con los tenedores de bonos.

Fernández admitió que "cuando las diferencias son tan grandes, tan grandes, pareciera ser que es imposible acercar las posturas, pero el gobierno argentino en ningún momento se vio cerrado a cualquier tipo de negociación".

El funcionario moderó así el tono luego de que el presidente Néstor Kirchner repitiera el martes en un acto en la localidad bonaerense de San Nicolás, que pagar más del 25% sobre los bonos "significaría un nuevo genocidio sobre el pueblo" argentino.

"No hacemos más que cumplir lo que hemos firmado en el convenio con el Fondo (Monetario Internacional, FMI). Así como algunos dicen que el Estado debe tener continuidad jurídica por el tema de las obligaciones y la discusión de la deuda, también el Fondo tiene que tener continuidad jurídica", sostuvo Kirchner.

Una misión técnica del FMI llegará a Buenos Aires la semana próxima para iniciar la segunda revisión de un acuerdo a tres años, de reprogramación de deuda con los organismos multilaterales por 21.000 millones de dólares, alcanzado en septiembre pasado y que contempla un superávit fiscal del 3% para 2004, entre otros puntos.

Mientras Kirchner acusaba por "la grave responsabilidad del FMI en el endeudamiento" de Argentina, el ministro de Economía, Roberto Lavagna, manifestó que "en el plazo más breve posible, es interés del gobierno empezar a dialogar con los acreedores".

El ministro precisó que este diálogo será "con todos (los bonistas), sin reconocimiento de ningún grupo en su carácter de negociador", y aseguró que el gobierno "es consciente de la importancia de encontrar una solución a su deuda en default", por 81.000 millones de dólares.

El ministerio de Economía advirtió además que la moratoria es "la más grande y compleja que haya tenido lugar hasta ahora, ya que involucra a 152 series de bonos diferentes, emitidos con arreglo a ocho legislaciones diferentes y siete monedas distintas".

En medio de las presiones, el fondo NML Capital, con sede en las Islas Caymán, que lleva adelante un juicio contra Argentina por 172 millones de dólares, fue autorizado esta semana por un tribunal del Distrito de Columbia a congelar la venta de 10 edificios pertenecientes al Estado argentino en Washington, incluida la residencia del embajador, por un valor total de cerca de 10 millones de dólares.

"Este tema (de las inhibiciones) no es nuevo para la Argentina, ya hemos tenido situaciones similares en Alemania e Italia, y, en estos casos, hemos hecho lo mismo que ahora: elevar una nota de protesta a las cancillerías (respectivas) y luego defendernos judicialmente", declaró el canciller Rafael Bielsa a radio Mitre, al negar que esto sea "una vergüenza" para el país.

"La verdaderda vergüenza, lo que es inaceptable, es que funcionarios argentinos, en connivencia con funcionarios internacionales, hayan permitido que Argentina se endeudara una vez y media su Producto Interno Bruto (PIB)", inistió el canciller, en alusión a gobiernos anteriores.

"Estas son las consecuencias de haber sido absolutamente irresponsables, como argentino uno tiene que aceptar que el Estado contrajo una deuda y tiene que honrarla en las condiciones que pueda", insistió.

(AFP)