A los opositores al Alca

Si los opositores al Alca dejaran de priorizar los recelos hacia Estados Unidos por cuestiones ideológicas y se pusieran a pensar en forma objetiva, podrían darse cuenta de que un acuerdo de libre comercio hemisférico les daría a empresas latinoamericanas acceso preferencial al mercado norteamericano, con lo que podrían reducir su actual desventaja respecto a las empresas chinas. El acuerdo les permitiría a las compañías latinoamericanas producir en gran escala, para un mercado de 34 países, con lo que se abarataría el costo de sus productos. "Si uno produce sólo para un pequeño mercado interno -algunos productos con bajo o casi nulo valor agregado- los días estarán contados". Un acuerdo hemisférico de libre comercio crearía un incentivo económico y garantías legales para aumentar la inversión extranjera en América latina. Una cosa es invertir en algún país de estas latitudes hoy y otra exportar a USA sin tarifas aduaneras y con garantías legales suficientes con el respaldo del país más poderoso. Lo que pretende Lula, Chávez y tal vez nuestro presidente, de hacer un frente Sur-Sur, sólo sería para darse de golpe contra un muro, propio de la ineficacia de los países involucrados. Vender en forma aislada -así sea con el sello Mercosur a países de bajo costo de mano de obra como China o India- haría imposible cualquier envío de manufacturas. Además, no hay perspectivas de volumen suficiente para abastecer la demanda. Ingresar al Alca fomentaría la generación de industrias, promovería el desarrollo técnico competitivo y reactivaría obras de infraestructura que permitan el desarrollo de la agroindustria.

Susana Cabal