| domingo, 08 de febrero de 2004 | Lecturas Sobre las concepciones de la "Autoridad" Pablo Díaz de Brito / La Capital Editorial Nueva Visión ha iniciado, dentro de su colección Claves, la publicación de la serie "Léxico de política", colección de once volúmenes de la italiana Il Mulino, la prestigiosa casa editorial de Bolonia. El profesor Geminello Preterossi (nacido en 1966), un producto de la que es considerada la mejor universidad italiana, la Normale di Pisa, es autor del volumen dedicado a "Autoridad", término que "se ha hecho cada vez más polisémico en la cultura contemporánea (...) desarrollar su historia significa sobre todo un trabajo de higiene semántica", según advierte en la introducción.
En buena parte, el libro se dedica a estudiar el pasaje, complejo como pocos, que con la Edad Moderna se hace de la auctoritas antigua y medieval, de carácter sustancial y trascendental, a la concepción racionalista y formalista, sin instancia fundante más allá del mundo de los hombres. Pero un trasfondo teológico irreductible y sustancialista siempre pervive, constituyendo la "aporía" central de nuestro tiempo. "En lo Moderno el poder es legítimo en tanto que es capaz de asegurar la prestación del orden (...) el orden moderno debe autopresuponerse ficticiamente con el fin de conseguir eficacia y legitimarse". Y el medio para esta operación, ciertamente opaca, es el Derecho, según Preterossi. Por esto "el poder legítimo, en último análisis, se revela como un poder fundado en el poder".
Se observa la matriz teórica elegida por el autor italiano, típica de la izquierda formada con posterioridad a la generación del 68. Según él, la política moderna "como trascendencia secularizada, se encuentra sobrecargada, guarda una excedencia (...) debe producir decisiones últimas que inciden en lo Universal colectivo y en la libertad de los sujetos sin referise a Fundamentos externos". Nos toca una época en la que "la teología de la política (expresión que el autor toma de uno de sus héroes intelectuales, el filósofo del derecho y adherente al nazismo Karl Schmitt), está diabólicamente oculta entre los pliegues de la neutralidad de una inmanencia autoevidente y autosuficiente", que vendría a ser "la teología de la técnica". Así visto el asunto, es de toda lógica concluir que el Estado de Derecho moderno y su aparato jurídico tienen por fin mantener bajo control las corrientes que radicalizan la democracia y hacen autónomo "lo político".
Preterossi hace una rápida pero densa recorrida del concepto de autoridad, que comienza con el derecho romano arcaico y termina con Jürgen Habermas, quien es imputado de "urbanizar" la teoría del poder comunicativo de Arendt, "insituable y por eso desestructuradora", lo que desemboca en una propuesta "inevitablemente compromisoria", que ve a la democracia como "relación mediada, poco radicalizada", algo que no agrada por cierto al autor.
Como cierre se hace una crítica de la globalización, proceso que pondría en riesgo "la misma civilización jurídica europeo-occidental", ya que trae efectos "objetivamente contrarrevolucionarios respecto al proyecto emancipador moderno". Esto es así porque el universalismo normativista es desafiado no tanto por la política sino más bien por su negación, "la técnica y el dispositivo de dominio "neutral" que la caracteriza".
La iniciativa editorial de publicar este "Léxico de política" será seguramente bienvenida por docentes y estudiantes universitarios, además de todos aquellos interesados en profundizar sus conocimientos de filosofía política. enviar nota por e-mail | | |