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 domingo, 08 de febrero de 2004

Gianneschi no cree que este año haya reforma constitucional
Podrían postergarse dos de las principales promesas de Obeid
El ministro de Gobierno también duda de que se pueda derogar pronto la vapuleada ley de lemas

Jorge Sansó de la Madrid / La Capital

"Para hacer la reforma constitucional necesitamos generar un gran consenso, y ello demandará tiempo. Presumo que todo este año y parte del próximo". Por primera vez ante la prensa, y al pasar, el ministro de Gobierno, Alberto Gianneschi, habló públicamente de lo que hasta ahora era una secreta herramienta de negociación política fundamental de la administración de Jorge Obeid para la interna peronista y según sus palabras el gobierno podría postergar la reforma de la Constitución provincial hasta el 2006.

Y existe otra cuestión que por estas horas es certeza en el gobierno: la ley de lemas no será derogada en el actual período de sesiones extraordinarias de la Legislatura en el que se debería tratar el proyecto enviado desde el Ejecutivo.

Lo que en rigor le dijo el ministro a La Capital es el mismo argumento que días atrás otro encumbrado habitante de la Casa Gris usó al exhortar con lenguaje de barricada a "que los muchachos se queden tranquilos y no se coman los amagues del Turco" (por Obeid).

En otras palabras, que los temores anidados en la sinuosa estructura dirigencial peronista provincial -en especial, de Rosario- carecerán de razón por un largo tiempo, según se presume en estos días.

No hay una decisión taxativa. Y hasta es probable, que se alcen no pocas voces del propio gobierno disintiendo con la franqueza de Gianneschi, quien apelando a los tiempos pareció olvidar dos detalles muy caros a la cuestión: se trata de una de las principales banderas de la campaña electoral y de uno de los reclamos más estentóreos del arco opositor.


Año propicio
Según Obeid, el 2004, por tratarse de un año no electoral, era propicio para hacer la reforma constitucional a fin de que ésta quedase al margen de las pujas de otras elecciones. Como acaba de explicar Gianneschi, en 2004 ello no podrá ser porque el año se irá en los preparativos e incluso "parte del próximo año". Y, además ya se sabe, el 2005 tiene una cita con las urnas para renovar los concejos municipales, las presidencias comunales y tres intendencias. Pero, fundamentalmente, para renovar la Cámara de Diputados del Congreso nacional.

Pero no sólo en la Nación el 2005 signa los pasos del oficialismo. También en Santa Fe. En los últimos meses del año pasado el senador Carlos Reutemann tranquilizó a sus allegados que entonces se habían juramentado resistir la intención de Obeid de acceder a la conducción partidaria provincial a la que concebían suya por derecho propio y, además, revalidada por los votos que su jefe obtuvo en los comicios del 7 de septiembre último en número superior a los que consiguiera el actual gobernador en esa misma compulsa. "En el 2005 no ganamos ni yo ni Obeid, gana Kirchner. Déjenle el partido al Turco y que él convenza al presidente de que venga a hacer campaña para el peronismo en la provincia".

Con ese argumento, el Lole venció la resistencia de sus leales a subordinarse a un partido presidido por Obeid y quedó expedito el consenso que evitó la interna y habilitó al recambio dirigencial en el PJ santafesino que se hará en la primera semana de marzo próximo.

Ese aparente entendimiento que ahora Obeid propuso patentizar a través de una masiva movilización que convierta en una suerte de festejo peronista con la participación de todos los sectores internos, sólo ha aquietado la superficie de una inveterada interna. Prueba de ello es el trabajoso apoyo que consiguió de la conducción partidaria luego del repudiable asalto violento a la Casa Gris acontecido el 29 de enero pasado.

Pocos días antes un grupo de manifestantes sitió al gobernador en la sede del Arzobispado de Santa Fe y lo agredió de palabra y casi de hecho. Obeid se quejó del silencio de su partido, que no salió a defenderlo.

Después se empezó a pensar que los hechos de violencia en la Casa Gris eran un desmadre de la misma interna peronista y toda la dirigencia oficialista de cualquier sector quedaba de ese modo en tela de juicio, por lo que se impuso la necesidad urgente tanto de apoyar al gobierno como de despegar al PJ de los destrozos e incendios que todo el país vio por televisión como producto de una furia social que recién días después se asoció a unos muy pocos "vándalos" y no a los miles de manifestantes que protestaron a nueve meses de la tragedia por el desborde del río Salado. Cuyas detenciones, según anticipó el juez que investiga el caso, José Manuel García Porta, comenzarán esta semana.

A la gravedad social que dejó la inundación en la capital santafesina se suma la complicación política que ello genera al gobierno provincial que requiere -dijo el jueves en la Legislatura el titular del ente de la Reconstrucción, Juan Carlos Forconi- más tiempo y fondos para dar respuestas. En otras palabras, la tensión social y la puja entre los damnificados por la inundación habrá de perdurar durante los próximos meses. Es por ello que el gobierno se apresta a anunciar en los próximos días y semanas una recomposición salarial primero a los estatales y luego a los docentes para intentar clausurar otros frentes de conflicto.

La situación con los inundados se focaliza en Santa Fe y con menor tensión en las otras localidades afectadas pero se potencia mediáticamente a todo el territorio provincial. "A quién se le ocurriría ir a una elección si con este escenario social perdemos seguro", dijo el funcionario más arriba aludido en su explicación de por qué el gobierno provincial ya se ha resignado a que la reforma constitucional quedará desplazada para tiempos más propicios.

Algo que el ministro de Gobierno pudo explicar más cómodamente: "Es necesario que logremos un amplio consenso para encarar la reforma constitucional, y eso demanda tiempo por más que lo facilite el hecho de que Obeid se ha autoexcluido de una reelección para él. Por lo que si se incluye una reelección por única vez, será para el próximo gobernador. Una idea que nosotros también tenemos respecto de los legisladores, intendentes y presidentes comunales a quienes hoy se puede reelegir indefinidamente".


Iniciativa cajoneada
Lo que el ministro no dice es que la mayoría de los partidos se han pronunciado a favor de la reforma constitucional con la sola excepción del PJ que también es remiso a encarar otra definición no menos controvertida como es la derogación de la ley de lemas prometida por Obeid en su campaña. Es cierto que el actual gobernador cumplió enviando un proyecto para que ese sistema electoral sea reemplazado por el de las internas abiertas, simultáneas y obligatorias. Pero no lo es menos que la iniciativa ha sido cajoneada en la Legislatura y que el PJ no está dispuesto a mover un dedo por discutirla a la brevedad. De hecho, la conducción partidaria ordenó en diciembre a todas sus departamentales a iniciar un debate sobre el futuro de la norma electoral. Ninguna de las departamentales ha iniciado aún esa discusión.

La próxima cita electoral en la provincia será en la localidad de Maciel, actualmente intervenida, el 18 de abril. Esos comicios están convocados y se harán bajo el régimen de una ley de lemas que un importante sector del PJ se muestra reacio a derogar. Pero Obeid, quien desde la primera semana de marzo, también presidirá el partido oficial tiene en su proyecto de derogación tanto como en la reforma constitucional una herramienta para introducir en el debate de cualquier discusión cuando lo considere oportuno desempolvar ambos proyectos que por ahora comienzan a acumular polvo. En tanto al igual que el presidente Kirchner, y pese al tiempo que falta, debe buscar asegurarse que su partido no pierda la próxima contienda electoral, en el 2005. Eso lo saben tanto sus adversarios peronistas como de otros partidos, pero también, visto está los activistas sociales que salen a las calles.

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