| sábado, 07 de febrero de 2004 | La Justicia podrá investigar al ex embajador que ayudó a Suárez Mason La Cancillería dio por cerrado el polémico incidente con Ecuador El ministerio a cargo de Bielsa aclaró que el affaire de Molinas no afectará las relaciones entre ambos gobiernos La Cancillería argentina dio ayer por superado el entredicho con Ecuador por la participación del ex embajador de ese país en Buenos Aires en la violación del arresto domiciliario del represor Guillermo Suárez Mason, hecho ocurrido el pasado 23 de enero.
"Con la firme decisión adoptada por el gobierno ecuatoriano de retirar de inmediato al ex embajador Germánico Molina, así como el anuncio del inminente pedido de beneplácito para la designación de su reemplazante en el cargo, la Cancillería da por superado el penoso incidente", señaló la cartera de Relaciones Exteriores.
Paralelamente, el canciller de Ecuador, Patricio Zuquilanda, aseguró ayer que la Justicia argentina podrá investigar a Molina ya que pasó a ser "un ex funcionario que no goza de fuero diplomático".
Zuquilanda respondió así a las declaraciones formuladas por su par argentino, Rafael Bielsa, quien había señalado que la Justicia argentina será la encargada de "dilucidar" si Molina ha cometido algún delito. De hecho el juez federal Jorge Urso ordenó abrir una investigación para determinar si Molina incurrió en un delito al ayudar al ex general a burlar el arresto domiciliario.
Molina fue quien el 23 de enero llevó en su auto, con chapa diplomática, a Suárez Mason a un festejo por su cumpleaños número ochenta, lo que motivó la protesta de Argentina a Ecuador, país que dispuso su inmediato relevo el martes pasado.
Al día siguiente de su relevo del cargo el ex embajador pidió disculpas a los dos países por cometer "un error involuntario" que generó el incidente diplomático.
Para Suárez Mason, quien cumplía prisión domiciliaria en tres causas vinculadas a violaciones a los derechos humanos durante la última dictadura, el hecho significó la quita de ese beneficio y su detención en el penal de Marcos Paz.
Quien salió a desmentir su presunta responsabilidad en este incidente fue el ex diplomático ecuatoriano Roberto Chiriboga, a quien Molina acusó de haberle encargado hacerle llegar un regalo de cumpleaños a Suárez Mason, para lo cual fue a verlo a su casa .
Chiriboga negó haberle encomendado a Molina que visitara al militar argentino y aseguró que la acusación formulada por el ex embajador en Buenos Aires es "el resultado de la presión de los medios de comunicación argentinos".
De todos modos, Chiriboga dijo que sólo le sugirió que, "si por alguna razón circunstancial se encontraba con él, le diera sus recuerdos".
El texto distribuido por el Ministerio de Relaciones Exteriores, en línea con lo expresado el mismo martes por Bielsa, destaca además que "el episodio protagonizado por Molina de ninguna manera afectará las fraternas relaciones entre ambos pueblos y gobiernos".
Cancillería puso de relieve que esas relaciones "siempre se han caracterizado por su solidaridad y se han desarrollado en un marco de respeto mutuo y estrecha cooperación". enviar nota por e-mail | | Fotos | | La cartera de Bielsa denunció el caso a la Justicia. | | |