| sábado, 07 de febrero de 2004 | Violó a las hijas de su pareja durante 18 meses Acusan a un hombre de 59 años por abusar de dos menores de 13 y 15. Vejaron a un chico de 10 años Un changarín de 59 años y un muchacho de 19 años están detenidos acusados de violación. El primero fue capturado bajo la imputación de haber violado a dos hijastras de 13 y 15 años. Al segundo le adjudicaron haber abusado de su sobrino, de 10 años.
En el caso del changarín, los abusos cesaron un año y medio atrás, cuando el sospechoso se separó de la madre de las jóvenes. Las chicas recién a fines del mes pasado se atrevieron a denunciar al padrastro porque el hombre las había amenazado durante el tiempo transcurrido.
La odisea de las adolescentes se remonta a más de dos años atrás cuando R. A. comenzó a someterlas sexualmente en una casa de jurisdicción de la comisaría 33ª, en la zona oeste rosarina.
La pesadilla de las chicas se prolongó durante 18 meses y cesó cuando la pareja se separó, aunque las adolescentes no perdieron el contacto con su padrastro. El hombre continuó viviendo en la parte trasera de la casa junto a los hijos que tuvo en común con la madre de las jóvenes.
"Las chicas no se atrevían a denunciarlo porque el hombre las amenazaba", explicó Mariel Arévalo, a cargo del Centro de Atención a Víctimas de Delitos Sexuales. Allí acudieron las jóvenes el 27 de enero pasado, luego de que la abuela las convenciera para que dieran a conocer los abusos sexuales que sufrían. El lunes último, efectivos de la comisaría de la mujer llegaron a la vivienda y detuvieron a R.A.
A pesar del tiempo transcurrido, Arévalo sostuvo que existen "pruebas" de los abusos. "Los informes ambientales y los exámenes psicológicos de las nenas son elementos suficientes para acusarlo", comentó.
Ataque a un sobrino La violación de un chico de 10 años por su tío de 19, según indicó una fuente policial, se produjo cerca de las 22 del martes. El nene había salido de su casa con su familiar, que vive en una casa lindante, con la intención de realizar una compra. Los dos caminaron algunas cuadras hasta que llegaron a un descampado de Juan B. Justo y Sarratea, donde ocurrió el ataque.
Un rato después, el muchacho, que responde a las iniciales E. P. llevó al chico a su casa. El pibe entró y estalló en llanto. Apenas pudo balbucear lo que había ocurrido. "La madre lo revisó y vio que tenía sangre en el slip", señaló la fuente.
Después, la mujer denunció el suceso en la subcomisaría 21ª, cuyos efectivos apresaron al agresor cuando estaba a punto de escapar. El vocero indicó que el muchacho declaró "con lujo de detalles todo lo que había hecho". enviar nota por e-mail | | |