Schroeder abandona el liderazgo de la socialdemocracia alemana

El descontento partidario por las reformas sociales forzaron la dimisión del canciller

Berlín. - El canciller alemán, Gerhard Schroeder, sacó ayer consecuencias de la resistencia interna en sus filas a su política de recorte social y anunció su salida de la presidencia del Partido Social Demócrata (SPD), en lo que ha sido interpretado ampliamente como una fuerte derrota para el jefe de gobierno. La dimisión y el traspaso de la jefatura del SPD a Franz Muentefering, hasta ahora presidente del grupo parlamentario y uno de los líderes que cuenta con el mayor apoyo de las bases del partido, fue calificado entre las filas socialdemócratas de paso necesario, mientras que la oposición veía en ello "el comienzo del fin" para Schroeder y el gobierno.

En los últimos días, numerosos jefes regionales del SPD se habían mostrado alarmados por los bajos niveles de intención de voto registrados por el partido y exigieron abiertamente que Schroeder ralentice su programa de reformas económicas y sociales, en un año en el que los socialdemócratas tienen mucho que perder.

En 2004 hay planeadas en Alemania un total de 14 citas ante las urnas, entre elecciones municipales, regionales y los comicios europeos del 13 de junio. A ellas, el partido acude con una intención de voto en los sondeos próxima al 25%, frente a cerca del 50% de la alianza conservadora opositora CDU/CSU


Los bolsillos afectados
La caída de popularidad del SPD y el gobierno continuó a principios de año, cuando entraron en vigor algunas de las medidas de recorte social que más afectan al bolsillo del ciudadano, como el aumento en el precio de los medicamentos o la obligación de pagar una tasa trimestral adicional por visitar la consulta del médico. En medio de la creciente desilusión popular, las voces críticas socialdemócratas exigían también consecuencias personales en el gobierno, tales como la sustitución de la ministra de Sanidad y Asuntos Sociales, Ulla Schmidt. Sin embargo, Schroeder mostró su apoyo a su gabinete y anunció que el proceso de reformas continuará.

"Es un hecho que hay una aceptación general de la necesidad del proceso de reformas, pero que las dificultades vienen cuando algún particular o algún grupo se ve afectado por ese proceso de reformas", dijo Schroeder al anunciar su dimisión, en un intento por explicar el desacuerdo con su política.

Los partidos alemanes, los principales agentes sociales del país, los institutos de investigación económica y las instituciones internacionales coinciden en la necesidad de reformar las estructuras de Alemania, en el que su cara y sofisticada red social amenaza con ser impagable, en una sociedad que envejece a pasos agigantados.

No obstante, las bases del SPD aceptaron a regañadientes los planes de Schroeder, quien en los últimos meses ha visto caer su aceptación entre sus propias filas. En el congreso celebrado en noviembre en Bochum, el canciller fue reelegido como presidente del partido con un 7,75% menos de votos que dos años antes.

En el mismo congreso, todavía fue más fuerte la caída del secretario general del partido, Olaf Scholz, uno de los hombres de confianza de Schroeder y que, según se anunció ayer, también abandonará su cargo de dirección. El cambio en la cúpula del partido será efectivo en marzo, en un congreso extraordinario.

Por el contrario, con Muentefering accede a la presidencia del partido uno de los políticos más aceptados entre las bases socialdemócratas, algo que se puso de manifiesto en las ovaciones recibidas en el pasado congreso y en el hecho de que su designación ha sido saludada unánimemente por el resto de líderes del SPD. "Franz Muentefering podrá dedicarse más intensamente al partido de lo que podía hacerlo el canciller", dijo el presidente del SPD en Baja Sajonia, Wolfgang Juettner. "Conoce muy bien el partido y le transmite la sensación de tomarlo en serio. Es exactamente lo que necesitamos", señaló. (DPA)

Schroeder anunció su renuncia al SPD alemán.