| sábado, 07 de febrero de 2004 | Colombia El juez Garzón complica el desarme de los paramilitares Bogotá. - La decisión del juez español Baltasar Garzón de procesar a un líder paramilitar colombiano por su supuesta colaboración con narcotraficantes, generó inquietud en el gobierno de Alvaro Uribe que pretende que la acción judicial no entorpezca el proceso de desarme con ese sector ilegal iniciado el año pasado. El juez Garzón acusó al líder paramilitar Carlos Castaño de colaborar con una organización narcotraficante, como "un respaldo armado para solucionar cualquier tipo de conflicto con otras organizaciones de tráfico de drogas".
"Vamos a esperar a que lleguen los informes pertinentes, si va a haber algún requerimiento del juez o qué va a suceder", declaró ayer el ministro de Interior y Justicia, Sabas Pretelt. Pero al referirse a la negociación que las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) mantienen con el Ejecutivo, si bien estimó que la decisión de Garzón no "trabará" el proceso, Pretel debió admitir que puede generar ruido. "Es evidente que genera mucho ruido y algunos inconvenientes de procedimiento, pero lo importante es seguir adelante con el proceso de paz", indicó.
Tras conocer el anuncio de Garzón, Castaño también buscó descomprimir la situación al asegurar que está dispuesto a "retirarse del diálogo de paz" si el gobierno de Colombia lo considera conveniente, a la vez que aseguró que lo acusan "equivocadamente".
En torno a una eventual solicitud de extradición del dirigente de ultraderecha, el ministro Pretelt señaló que se debe esperar una decisión de la Corte Suprema de Justicia de Colombia.
Además de Castaño -líder político de las AUC-, Garzón ordenó el procesamiento de otras 33 personas, entre ellos los máximos responsables del llamado "clan de los mellizos", Víctor y Miguel Angel Mejía Munera, todas relacionadas con el buque Privilege con el que pretendían transportar hasta Europa cinco mil kilos de cocaína. (Télam) enviar nota por e-mail | | |