"Al menos el inicio de clases será sin conflictos", pronostica Maffei

La diputada y ex secretaria de la Ctera advierte que "igual no hay que engañarse, porque los salarios docentes son muy bajos"

Marcela Isaías / La Capital

La diputada nacional del ARI y ex secretaria general de la Ctera Marta Maffei pronostica un inicio de clases sin conflictos, aunque advierte que "no hay que engañarse porque los salarios docentes están congelados desde hace mucho tiempo". También confiesa estar preocupada por "la demora" que ve entre las autoridades nacionales en tomar decisiones sustanciales en materia educativa y que al mismo tiempo se siga con "acciones mediáticas".

A fin del año pasado, Maffei renunció a su cargo de secretaria general de la Ctera, asumió como diputada nacional del ARI, y como tal se sumará a la comisión de educación de la cámara. La renuncia -determinación que no todos los sindicalistas toman en situaciones similares- la sigue ubicando en un lugar de referencia para el sector educativo. En tanto, que su cargo de titular de la confederación que nuclea a los docentes de todo el país lo ocupa desde entonces Hugo Yaski, el ex secretario general del Suteba (Buenos Aires).

Ya como legisladora, asegura que ve con preocupación que se insista con la ley federal de educación a pesar de que todos acuerdan en que la es un fracaso. En su opinión, no hay que volver atrás, sino evaluar y volver a legislar.

Entre otros temas, analiza la ley que dispone un piso mínimo de 180 días de clases en todo el territorio nacional y, tajante, afirma que para garantizar el aprendizaje faltan recursos, infraestructura, docentes preparados para enseñar y chicos en condiciones de aprender.

Para Maffei, el Consejo Federal de Educación (instancia que reúne a todos los ministros del área, nacional y provinciales) y el gobierno nacional "deberán llegar a un acuerdo sobre qué van a hacer con la educación pública nacional".


Salario docente
-A diferencia de años anteriores, esta vez ¿será sin conflictos el inicio del ciclo lectivo?

-Sí, puede ser que en el inicio no haya conflictos si las provincias se encuentran pagando al día los salarios y el incentivo docente (ver aparte) con regularidad. Pero no hay que engañarse, porque los salarios están congelados desde hace mucho tiempo, salvo en algunos casos en que se han incrementado muy poquito y por lo general de manera no remunerativa, como en la provincia de Buenos Aires, aunque no alcanza en nada para revertir la situación difícil de los docentes.

-Entonces ¿sigue siendo el salario lo postergado en las agendas de discusión?

-Absolutamente. Insisto, puede ser que no haya conflicto por falta de pago de los salarios. Es más, es lo que parece que este año se va a ordenar y se pagará a tiempo, pero si no hay un espacio de diálogo y de definición por una mejora en el salario, el conflicto vendrá por ese lado, porque la gente no puede vivir ni llegar a fin de mes con lo que gana.

-¿Es un tema que debe resolver cada provincia?

-En realidad, en algunas provincias el conflicto ya está instalado, como en los casos de Jujuy y Neuquén, que vienen con una demanda de mejoras salariales desde hace mucho tiempo y que no se interrumpió en verano. Aquí me parece que deberá darse una rápida convocatoria de parte del ministro de Educación de la Nación al Consejo Federal, y buscar un mecanismo para atender esta situación.

-¿Funciona el Consejo Federal de Educación?

-Se ha reunido, que no es lo mismo que decir que funcione. De todas maneras, creo que hay que otorgarle el beneficio de la duda, porque la mayoría de las autoridades provinciales se renovaron en diciembre pasado y los ministros que asistían no tenían continuidad.

-Usted habla de posibles conflictos si no se atiende lo salarial pero, por otra parte, hay una ley (sancionada en enero pasado) que dispone que se garantizarán los 180 días de clases en todo el país.

-Sí, pero no se va a lograr ese piso con esta ley. En principio, hay que señalar que son las provincias las responsables del establecimiento del calendario escolar, y buscan 180 días, 190 o más. Pero esto va más allá del voluntarismo que puedan tener. El incumplimiento (con los días de clases) después deviene por la falta de previsión en materia presupuestaria. Este incumplimiento de compromisos por parte del gobierno no siempre tiene que ver con los salarios, muchas veces proviene de la falta de obras de infraestructura, arreglos que no se hacen a tiempo en escuelas a las que se le cae el techo o se les hunde el patio. También hay mucha rémora, por incapacidad de los gobiernos y por falta de voluntad, en la designación de los docentes. Ocurre entonces que hay chicos que se pasan meses sin clases; aparentemente van a la escuela y está todo bien, pero en realidad tienen tres o cuatro horas libres.


Fracaso de la ley
-A días de asumir el ministro de la Nación Daniel Filmus, usted señalaba en una nota (La Capital 24/05/03) que si él lograba hacerle entender al nuevo gobierno que la educación debía tomarse como un derecho todo estaría encaminado. ¿Lo está?

-No estoy muy segura, todavía hay dificultades. Garantizar el derecho a aprender no es garantizar el derecho a ir a la escuela. Esto es diferente. Ir a la escuela como espacio de contención es una cosa; ahora, aprender significa estar alimentado, cuidado en su salud, tener los materiales didácticos necesarios y todo esto no se garantiza con una ley que dice que debe haber 180 días de clases. Se garantiza con recursos, con medios y con estrategias políticas de parte del gobierno que aseguren que esto que dicen es una prioridad se convierta en tal.

-¿No tiene que ver además con devolver de una vez por todas el rol pedagógico a los docentes?

-El proceso educativo se produce con tres elementos que convergen: la persona que enseña, el que aprende y el conocimiento a enseñar. Tanto el que enseña como el que aprende tienen que estar en condiciones (de aprender y de enseñar), en tanto que el conocimiento a enseñar ser actualizado, apto para el desarrollo del país. Para eso el docente tiene que tener algo más que un salario de subsistencia, tiene que dejar de ser visto como un cuidachicos y hay que empezar a verlo como un profesional capaz, que se compromete con los cambios que pide la sociedad.

-¿Qué es lo que más le preocupa en relación al sistema educativo?

- Que todos ven claramente que la ley federal ha sido un fracaso, que la desigualdad en el país ha crecido y que se siga con las acciones mediáticas. No está mal que se repartan libros, que se lea, pero el rol sustantivo del Ministerio de Educación está con la escolarización, la garantía de ese proceso y con la presencia de un proyecto educativo consensuado. Esto está demorado y me preocupa.

-Cuando asumió el ministro Filmus usted dijo que había que darle tiempo para que demostrara que tiene algo más que una buena imagen entre los docentes. ¿Piensa que ha perdido esa imagen?

-Creo que todavía la gente tiene expectativa, hay que dar tiempo, es verdad. Aunque todavía sigo viendo que las autoridades toman el diálogo como una charla entre los ministros y los gremios. No me interesa que el ministro me diga que tiene interés y ganas, si esto no se concreta en un acuerdo que luego establezca los fondos, que nos permita fijar en el Congreso las normas para que se cumpla. De lo contrario, quedamos en eso: en palabras.

La flamante legisladora Marta Maffei.