| sábado, 07 de febrero de 2004 | Más de 200 maestros reunidos en el 25º encuentro de la asociación que los nuclea Las escuelas rurales, de debate Más recursos e infraestructura, los pedidos más escuchados. También evalúan distintas experiencias escolares "Queremos que todas las escuelas rurales sean dignas, porque quienes trabajan y aprenden en ellas son seres humanos dignos. No pueden funcionar sin luz, ni agua, ni calefacción, abandonadas como están en muchas regiones", expresó una de las titulares de la Asociación de Maestros Rurales de Santa Fe "Ingeniero Nogues Acuña", Angela de Albert. La maestra es una de las casi 200 docentes rurales (representantes de 16 provincias) que desde el 1º de febrero y hasta mañana están reunidas en San Antonio de Arredondo (Córdoba) en el 25º encuentro de la asociación que los nuclea.
A pesar de la demanda, Angela se muestra optimista por los resultados del encuentro. Es la primera vez que logran el aval de todos los ministerios de Educación pedidos para estos encuentros; además, participa una autoridad de la cartera para inaugurarlo -esta vez fue la titular de Educación de Córdoba, Amelia López-. Al apoyo oficial lo valoran como un reconocimiento a sus preocupaciones.
En el encuentro, los docentes realizan cursos con puntajes, comparten experiencias e intercambian puntos de vista sobre el aprendizaje de sus alumnos en las áreas de lengua, expresiones artísticas y hasta en el desarrollo de microemprendimientos. "El clima de trabajo es muy bueno", rescata Angela del encuentro, que se realiza en una antigua residencia franciscana ubicada a 7 kilómetros de Villa Carlos Paz.
El buen clima y el optimismo que reinan en el congreso, tal como lo describe Angela, no impiden ver las realidades más difíciles. Por eso recuerda que buscan que de una vez por todas "las escuelas-rancho dejen de existir". Contrapuesta a esta realidad, Angela destaca que a pesar de las condiciones que muchas veces son desfavorables, "están a la vista los buenos resultados de nuestros alumnos, que en muchas pruebas nacionales sacan los mejores puntajes". Lo dice como para señalar cuánto más aprenderían si tuvieran recursos.
Otro tema que reúne la atención de los maestros rurales es la aplicación del tercer ciclo de la EGB. Este nivel se implementó con distintas características en las realidades rurales, a partir que la ley federal extiende la obligatoriedad de la escolaridad a 10 años. Las formas en que se instrumenta en cada provincia marca distintas dificultades para los docentes y también resultados en los logros buscados.
Un poco de historia En el congreso también se celebran los 25 años de la Asociación de Maestros Rurales de la República Argentina (Amra). El mismo busca continuar la línea histórica de las jornadas de perfeccionamiento que originaron esta asociación. La primera de ellas se realizó en 1958, a instancias del ex Consejo Nacional de Educación y de la Unesco, cuando 160 maestros rurales se reunieron en Ezeiza (Buenos Aires).
Para la ocasión habían sido invitados a discutir sobre sus prácticas en un curso de perfeccionamiento que se prolongó por seis meses. Algo sin precedente para la época, sobre todo porque entre los formadores figuraron docentes de la talla de Olga Cossettini. La experiencia teórica y práctica que reunieron estos 160 maestros se multiplicó a lo largo de todas las provincias.
Pero fue en la localidad de Icaño (Catamarca) donde, reunidos por el educador Alejandro Nogues Acuña, desarrollaron estrategias para concretar en la práctica lo aprendido. En conclusión, los maestros capacitados trabajaron en la erradicación de escuelas-rancho, en el mejoramiento de la calidad educativa y en la organización de comunidades tomando como centro a las escuelas. Esas mismas ideas discutidas en los primeros encuentros de maestros rurales siguen formando parte de las agendas de estos docentes.
En Santa Fe Además de la Amra "Ingeniero Nogues Acuña", en Santa Fe los docentes se agrupan en la Asociación de Maestros Rurales "Angela Peralta Pino". En la provincia funcionan más de 800 escuelas rurales, la mayoría de ellas son Centro Educativos Radiales (CER).
Las condiciones de trabajo de los maestros y maestras de estas zonas quedaron al descubierto una vez más el año pasado cuando Daniela Spárvoli, una de las tantas docentes que se trasladaba a dedo para ir a enseñar, fue violada y asesinada.
Por otra parte, si bien la violencia escolar no forma parte de las preocupaciones cotidianas de esta realidad, la pobreza y el aislamiento ocupan las prioridades.
La necesidad de contar con la modalidad rural dentro de la estructura educativa ha sido otra de las demandas del sector. Un proyecto de la Cámara de Diputados (año 2002) logró incorporar una cláusula en la ley federal de educación que atienda estas razones, algo que luego cada provincia deberá adoptar a su estructura. En Santa Fe la decisión todavía no llegó.
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