| sábado, 07 de febrero de 2004 | Educar a la mujer Frente a la polémica suscitada últimamente sobre el aborto, deseo dejar sentado que no se ataca la raíz del problema que consiste en educar a la mujer ya desde el primario en su función materna, muchas no terminan dicha educación y no saben nada sobre la concepción responsable, cómo cuidar su cuerpo, sobre puericultura, ni lo mínimo que es cambiar pañales a una muñeca, tampoco sobre la alimentación en el embarazo y lactancia. En suma, adolecemos de una educación deficiente. Un aborto es la consecuencia directa de la ignorancia, del terror instalado ante la invasión de un ser considerado como extraño, como enemigo, como si fuera un marciano, en lugar de amarlo se produce el odio desde que la mujer se embaraza por accidente sin buscarlo. También está algo impreso en nuestra cultura argentina, la del padre biológico que se borra, porque le aterra asumir responsabilidades ya que no se le ha enseñado que no se puede vivir jugando. Les recuerdo que la palabra "gaucho" deriva de guacho, de hijo sin padre, que sufrirá muchos sinsabores en la vida si no encuentra una figura paterna sustitutiva en un abuelo o tío, porque un hijo debe tener padre y madre, y si los biológicos no saben asumir su función se deberá protegerlos con la adopción por padres que sí quieren criarlos, porque el hospicio de huérfanos tampoco es una solución efectiva para llegar a tener adultos sanos de cuerpo y alma.
Susana Margarita Brack
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