 | miércoles, 04 de febrero de 2004 | Pensando en el puente Hace unos días, en sus cotidianas búsquedas de ese lenguaje que lo cautivara desde siempre, creyéndolo su más sincero y fecundo oficio, refiriéndose al Paraná, un amigo lo asimiló "a un inmenso río de aguas impetuosas, irrefrenable en su convicción salvaje como una llamarada marrón...". No obstante, al puente Rosario-Victoria, "ese lonjazo transversal", "la franja angosta teñida de tungsteno", "la mejor insinuación de la arquitectura futurista", aún no ha logrado endilgarle la metáfora exacta... Cree que la encontrará una de estas noches, cuando arrecie el viento y la lluvia se torne una cascada demencial de estallido nuclear anunciando el naufragio agreste del litoral.
Felipe Demauro
enviar nota por e-mail | | |