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 sábado, 31 de enero de 2004

Un año del crimen de un empresario pesquero

Puerto Madryn (Chubut). - Al cumplirse ayer un año del misterioso crimen del empresario pesquero Raúl Cacho" Espinosa, el ministro coordinador de Chubut, Norberto Yahuar, afirmó que "lo mataron por decir lo que pensaba y tocar con sus comentarios a gente poderosa".

"Con Cacho éramos amigos. Corrimos carreras (de autos) juntos. El siempre vivió intensamente todo y nunca se cayó lo que pensaba", recordó el funcionario.

Por el crimen de Espinosa, ocurrido el 30 de enero de 2003, está detenido José Domingo Segundo, un desocupado de 26 años y seis hijos, acusado de ser el presunto homicida.


Seis prófugos
Y también hay seis prófugos: el fundador y el presidente de la pesquera patagónica Continental Armadores de Pesca SA, Juan Alvarez Cornejo y Fernando Alvarez Castellano, padre e hijo, ambos españoles; Ademar Araujo, uruguayo; José Remigio Guevara, guardaespalda del segundo; Claudio Morales, y Gabriel Moni.

La causa está ahora en manos del conjuez Juan Eduardo Meani, pero ya pasó por las manos de 15 jueces entre magistrados y abogados sorteados de la lista del Colegio de Abogados.

El último juez que interviene en la causa, Juan Meani, denunció un día después de librar los pedidos de captura internacional para los empresarios "presiones" de parte de los abogados de Alvarez Cornejo y Alvarez Castellanos. Meani recibió el apoyo del fiscal general de Chubut, Jorge Miquelarena, quien le pidió en persona al abogado de Madryn que no abandonara su lugar de juez en esta causa.

El asesinato de Espinosa en su momento conmovió a la ciudad porque era un empresario muy conocido y a través de su pesquera, San Isidro, empleaba a alrededor de 300 madrynenses. La noche del 30 de enero del año pasado llegó a su casa y salió a recibirlo, su mujer, Lorena Gabarrus, embarazada de mellizos. Desde las sombras le gritaron: "!Cacho!". Se dio vuelta y recibió un disparo mortal en el pecho. El homicida salió corriendo y en la puerta aguardaban dos compinches.

A un año exacto de ocurrido, el homicidio sigue sin esclarecerse y, para el conjuez Meani, en coincidencia con el dictamen anterior del fiscal Néstor Menghini, habría indicios para investigar a los empresarios pesqueros, en el marco de una presunta guerra del langostino con Espinosa sobre licencias, cupos y denuncias de faena ilegal.

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