| sábado, 31 de enero de 2004 | Quejas por el logo de Rosario Con profunda desazón me enteré que el actual gobierno municipal cambió el logo que distinguía a nuestra ciudad por otro de "diseño absolutamente minimalista, despojado de todo, y que refiere específicamente a tener a la ciudad como marca registrada", en las textuales palabras de uno de los gestores del tal proyecto. El anterior logo durante años nos identificó con tanta claridad como simpleza a través de cuatro elementos -un niño, el sol, un árbol y un pez, haciendo alusión al río- que los rosarinos hicimos nuestros, repletos de significación, disparadores de nuestras mejores emociones y, además, metas, en el sentido de avanzar hacia la plenitud de cada uno de los motivos señalados. ¿Qué podríamos decir que no sepamos todos los hombres y mujeres de Rosario? Que un niño es el candor, la síntesis de toda la ternura, el futuro y la esperanza. La hoja refleja todos los árboles: los fresnos, los plátanos, el lapacho esplendoroso del Normal 2 y los tilos; y representa la aspiración a que continúen en nuestras veredas y nuestros parques. El sol significa la luz que es fuente de vida, cielo despejado, alegría, salud. Finalmente, el recuadro del pez simboliza el río del cual García Lorca preguntó alguna vez por qué lo habíamos enrejado. Es nuestro río, el Paraná, y nos pertenece. Ahora, algún aggiornado publicista, especialista en marketing, intenta borrar nuestro logo -que ya no le pertenece a Binner ni a su gestión desde que nos apropiamos de él para hacerlo nuestro- y ofrecerle al mundo una "marca registrada". Señor intendente, usted ha prestado atención al especialista en mercado, concéntrese ahora en los rosarinos que representa, quienes queremos mantener el logo que ya teníamos.
Ana Carreras
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