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 viernes, 30 de enero de 2004

La BBC, sumergida en su peor crisis, le pide disculpas a Blair
El dictamen sobre el caso Kelly golpeó a la emisora pública. Fuertes críticas de la prensa al juez Hutton

Londres. - La británica BBC, la radiotelevisora pública que es el orgullo del país por su calidad e independencia, está en plena crisis luego de perder la batalla sobre Irak que libró con el gobierno de Tony Blair. El demoledor informe del juez especial Hutton sobre la muerte del experto David Kelly provocó el miércoles la renuncia del presidente de la BBC, Gavyn Davies, a la que ayer se sumó la del director general Greg Dyke. Además, la emisora formuló una disculpa al gobierno de Blair. La radioemisora pasa así por su peor crisis en 82 años de actividad. Y en Gran Bretaña suenan las alarmas por el peligro para la información independiente que significa el debilitamiento de la BBC.

u "La BBC se disculpa por sus errores ante las personas cuya reputación se ha visto afectada", señaló ayer un comunicado. El primer ministro, Tony Blair, quien poco antes había vuelto a pedir una disculpa formal, comentó: "Esto es todo lo que quería". El premier había exigido el miércoles ante el Parlamento que quienes lo habían acusado de mentir se disculparan públicamente. Blair aseguró que tiene "total respeto por la independencia de la BBC", y que espera que ahora se pueda dejar el caso atrás. Los renunciantes, el presidente Gavyn Davies y el director general Greg Dyke, son simpatizantes del gobierno laborista de Blair, que los nombró en sus puestos.

u Tras una reunión de crisis del consejo de gobernadores de la BBC, Dyke, de 56 años, anunció que había decidido su renuncia "con todo pesar" tras cuatro años en la BBC. Además, dijo esperar que "todo este episodio" pueda finalizar completamente. Dyke, quien además de director es redactor en jefe de la emisora, fue rodeado por los periodistas y empleados de la BBC, quienes lo vivaron y mostraron orgullosamente pancartas con su nombre.

u Poco después de la publicación, el miércoles, del informe sobre la investigación del suicidio del experto en armas David Kelly, Dyke ya se había disculpado por el hecho de que en una información de la BBC sobre las supuestas armas de destrucción masiva de Saddam Hussein se hubiesen dado "datos parcialmente falsos". Se refería a la afirmación del periodista de la BBC Andrew Gilligan en la que se acusó al gobierno de haber exagerado la amenaza de las armas de destrucción masiva de Saddam en su dossier sobre el tema antes de la guerra. Kelly habría sido la fuente de esa información. En el transcurso de la disputa entre el gobierno y la BBC, el científico se quitó la vida, el pasado julio.

u El juez Hutton calificó las acusaciones de la BBC al gobierno como "infundadas". En el informe se dejó constancia de que el Ejecutivo de Blair no "exageró" (o "hizo más sexy", como dijo Gilligan al aire) el controvertido dossier sobre armas. El juez dejó claro que no analizó la conducta del gobierno en lo referente a su decisión de ir a la guerra de Irak, sino si el Ejecutivo mintió a la opinión pública o no. Concluyó que se basó de buena fe en los informes de los servicios de inteligencia, más allá de si estos resultaron a la postre erróneos o no.

u Numerosos analistas de la prensa, pero también el presidente del opositor Partido Liberal Democrático, Charles Kennedy, exigieron una nueva investigación independiente sobre las razones de Blair de enviar a su país a la guerra junto a EEUU. El diario de izquierda The Independent presentó una primera plana en blanco con la pregunta ¿Encubrimiento?, en referencia al informe de Hutton.

u El hecho es que el dictamen Hutton dejó a la BBC en su peor crisis en 82 años de existencia. A media voz y visiblemente conmocionados, presentadores y periodistas de la British Broadcasting Corporation tuvieron que informar sobre una "grave crisis" en su propia casa. El jefe de los presentadores Huw Edwards introdujo el informativo principal del día con la impactante frase "El informe de Hutton fue para la BBC mucho peor de lo que se temía".


A la dimisión del presidente Gavyn Davies el mismo miércoles, quien se presentó a la prensa visiblemente desmoralizado, siguió ayer la del director general, Greg Dyke, también redactor jefe de la BBC. Davies dijo no comprender cómo se puede cuadrar la fuerte crítica de Hutton a la BBC con las pruebas existentes. Davies, de 53 años, estrecho amigo del ministro de Economía laborista, Gordon Brown, fue colocado en la cúspide de la BBC por el gobierno en 2001.
Críticas "sucias y desmedidas"

"El juez, sin decirlo expresamente, ha culpado prácticamente del suicidio de David Kelly a la BBC", sentenció el Independent. Según numerosos comentaristas políticos, las fuertes críticas a la BBC y a su credibilidad son "sucias y desmedidas".

El Guardian advirtió que el ataque contra la emisora pone en peligro la libertad de expresión. Las encuestas habían indicado que en el caso Kelly los ciudadanos depositaron mayor confianza en la BBC que en el gobierno.

"La BBC es y seguirá siendo una de las mejores organizaciones de noticias del mundo. Pero sus estructuras, que se remontan al tiempo del imperio británico, están amenazadas", comentó el escritor Frederick Forsyth. "Ha llegado el momento de que la BBC sea conducida por un periodista experto y no por un órgano de hombres y mujeres mayores y políticamente correctos", añadió.

La que ríe en medio de la tormenta sobre la BBC es la competencia del sector privado. Y entre todos ellos destaca el zar de los medios, el derechista Rupert Murdoch, cuya cadena Sky es una de las principales competidoras de la BBC.

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El renunciante director general Greg Dyke fue ovacionado ayer por los empleados de la BBC. Seguirá como redactor jefe.

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