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 viernes, 30 de enero de 2004

La Iglesia pide una presión internacional para bajar el precio de los remedios
El Vaticano tacha de genocidas a los laboratorios farmacéuticos
El sida arrasa a países pobres mientras la industria del sector ganó 517 mil millones de dólares en un año

El Vaticano lanzó ayer un ataque sin precedentes contra la industria farmacéutica mundial, acusándola de cometer un "genocidio" de los enfermos de sida en los países pobres, y pidió una presión internacional para obtener una baja de los precios de los medicamentos. Además, instó a sus fieles a realizar una presión pública para que la industria farmacéutica rebaje los precios de los medicamentos.

"Más de 400 personas mueren cada día en Kenia debido al sida. La acción de los carteles de las empresas farmacéuticas, que rechazan hacer accesibles los precios de los medicamentos contra la enfermedad en Africa, mientras facturaron en el 2002 ganancias por 517.000 millones de dólares, es genocida", declaró el jesuita americano Angelo D'Agostino en una conferencia de prensa celebrada en el Vaticano.

"Es un problema moral que demuestra la falta de conciencia social de las empresas capitalistas, que podrían salvar a 25 millones de personas seropositivas que viven en Africa y que corren el riesgo de morir por sida", afirmó el religioso, médico de profesión y que vive en Kenia.

"Hoy unas 400 personas mueren cada día en Kenia por sida; mientras en Europa y en Norteamérica la enfermedad está haciéndose cada vez menos mortal y cada más crónica", dijo D'Agostino.

"¿Por qué esta diferencia?", se preguntó el religioso. "Es por la acción genocida de los carteles farmacéuticos, que se niegan a rebajar los precios para Africa, pese a que han registrado 517.000 millones de dólares de beneficios en 2002", puntualizó.

El virulento e inusual ataque del Vaticano coincidió con la presentación oficial del mensaje del Papa Juan Pablo II para la Cuaresma, dedicado este año a los niños "profundamente heridos por la violencia de los adultos".

El arzobispo Paul Josef Cordes, presidente del Consejo pontificio Cor Unum, la entidad que se encarga de dar caridad por cuenta de la Iglesia Católica, también criticó a la industria farmacéutica mundial y pidió mayores presiones internacionales para obligarla a bajar los precios de los medicamentos contra el sida.

"Esos niños (enfermos de sida) mueren porque no tienen los medicamentos. Hay que ejercer una verdadera presión pública para convencer a las empresas farmacéuticas de que bajen el precio de las medicinas para curar a las víctimas del sida", clamó el prelado.


Infancia trágica
Cordes recordó que existen 2,5 millones de niños afectados por la enfermedad en el mundo y que unos 500.000 murieron el año pasado por sida, la mayoría en Africa.

Según datos de la Organización Mundial de Salud (OMS), 11 millones de niños africanos quedaron huérfanos debido a la epidemia.

Un estudio del BID y la Onusida estima que más de dos millones de personas son portadoras del virus en América Latina y el Caribe, y que la región necesita invertir en los próximos cuatro años más de 1.500 millones de dólares en su prevención y tratamiento.

El ataque del Vaticano contra la industria farmacéutica mundial no modifica la posición oficial de la Iglesia Católica sobre el sida, que considera la castidad el mejor remedio contra la enfermedad y critica el uso del preservativo, lo que le ha costado severas críticas inclusive de la OMS.

Juan Pablo II denunció también las violencias que se cometen contra los niños como "los abusos sexuales, la iniciación a la prostitución, el empleo en tráficos ilegales y el consumo de drogas".

El pontífice mencionó también a los niños soldados y reclutados para combatir, a los niños afectados por la disgregación de la familia y a los niños utilizados "para el horrendo tráfico de órganos de seres humanos".

El Papa invitó a todos los católicos para que durante la Cuaresma, es decir los 40 días de penitencia y oración que preceden la Pascua, que este año inicia el 25 de febrero, se "otorgue más atención a los niños, ya que son el futuro de la humanidad".


Argentina coincide
El ministro de Salud, Ginés González García, opinó que privar a los pacientes de remedios porque no tienen dinero es un "crimen de lesa humanidad", y dijo que coincide "plenamente" con una declaración del Vaticano para condenar por "genocidas" a los laboratorios que no bajan los precios de los medicamentos para el tratamiento del sida.

"Es un crimen de lesa humanidad que los pacientes no puedan acceder a los medicamentos por falta de dinero", dijo González García, quien subrayó que "Argentina ha superado ese problema con las compras por nombre genérico".

El ministro explicó que en el país, los 25.000 portadores del HIV que necesitan mediación "la tienen en forma gratuita".

Por su parte, el coordinador de Onusida para América Latina, Laurent Zessler, dijo que coincide con el Vaticano, con el está en contacto y en diálogo permanente. Destacó que Brasil, que desconoció los precios de la patentes internacionales, concretó "una política innovadora, ya que optaron por la producción nacional". (AFP, Reuters y Télam)

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El Papa presentó ayer el mensaje de la Cuaresma, dedicado a los chicos que sufren.

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