Fue trasplantada la chica que necesitaba desesperadamente un hígado

Una mujer de 19 años con una hepatitis subfulminante, y que desde hace 11 días encabezaba la nómina de emergencia nacional del Incucai, recibió hoy un trasplante de hígado en un centro de alta complejidad de Rosario.

María Soledad Montero, oriunda de la población santafesina de Teodelina, y madre de una pequeña hija, recibió el órgano de un donante fallecido, informaron fuentes médicas del ICR (Instituto de Cardiología Rosario) donde se efectuó el trasplante.

Desde su internación en el ICR, luego del traslado desde su pueblo, a 240 kilómetros de Rosario, la salud de María Soledad se había ido deteriorando día a día, debido a que ingresó con un cuadro de encefalopatía preicupante, dijeron fuentes médicas de ese centro asistencial privado.

"El estado general de la paciente decayó en las últimas 48 horas", desmejoría atribuida "fundamentalmente a su estado neurológico", había dicho ayer la médica Fernanda Zingale, a quien el ICR le había asignado el cuidado personal de María Soledad.

Incluso, Zingale llegó a advertir que si no se hallaba con prontitud un donante del órgano, la paciente podría experimentar "complicaciones que luego harían imposible la sustitución" de hígado enfermo, como finalmente ocurrió ayer.

El donante que permitió operar a María Soledad fue un hombre de 56 años, explicó el subdirector del Centro Unico de Ablación e Implante de Organos (Cudaio), Armando Mario Perichón.

El médico comentó que del fallecimiento del donante se tomó conocimiento anteayer al mediodía, cuando la familia decidió concretar la donación, cumpliendo la voluntad del fallecido, por lo que la ablación del hígado se concretó en la tarde del jueves.

Una vez determinada la compatibilidad, hoy a las 4 de la mañana María Soledad ingresó al quirófano "para ser preparada" y se comenzó el trasplante dos horas después.

Lo que resta ahora es aguardar la evolución de la paciente trasplantada en las próximas 72 horas, explicó en el ICR María Elena, la mamá de María Soledad.