Aumento de las muertes violentas

La violencia es un problema de salud pública que está aumentando a niveles de pandemia en todo el mundo, según una publicación de la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Cada día mueren 4.400 personas por esta causa.

En la mayoría de los lugares en donde las tasas son altas, las cifras siguen aumentando. Para lograr una mayor respuesta de la salud pública ante este fenómeno, un equipo de expertos de todo el mundo elaboró en el 2002 el informe mundial sobre la violencia y la salud, el primer estudio de su tipo a esta escala.

De todas las muertes violentas ocurridas en el 2000, casi la mitad fueron suicidios, poco menos de una tercera parte homicidios y sólo una quinta parte estuvo directamente relacionada con la guerra.

El estudio mundial muestra que los patrones de violencia varían entre países y regiones. La gran mayoría ocurre en naciones de ingresos bajos y medianos, donde las tasas por 100.000 duplican a las de los de ingresos altos.

En la mayoría de las regiones los suicidios son más numerosos que los homicidios. En Europa, por ejemplo, la proporción es de más de 2 a 1; y en la región del Pacífico Occidental llega a ser de 7 a 1. Por el contrario, en Africa y en las Américas ocurren casi 3 homicidios por cada suicidio.

La respuesta de la salud pública es múltiple. Entre las más exitosas se encuentran las actividades para promover el manejo de la ira, tales como programas que enseñan a niños pequeños que la violencia no es la única respuesta al estrés y los programas que trabajan con niños víctimas de la violencia familiar.

El informe formula recomendaciones para tomar medidas eficaces en la reducción de la violencia:

u Formular, ejecutar y vigilar los planes nacionales de acción para la prevención.

u Mejorar la recopilación de datos.

u Apoyar la investigación de las causas.

u Promover las respuestas básicas de la prevención.

u Fortalecer las respuestas para las víctimas.

u Integrar la prevención en las políticas sociales y educacionales; promover la igualdad social y de género.

u Promover y vigilar el acatamiento de tratados y leyes internacionales sobre derechos humanos.

u Buscar respuestas internacionales al tráfico mundial de drogas y armas.