Centro cristiano organizó un comedor para ancianos

Es para abuelos sin recursos económicos. Solicitan que se colabore con donaciones de frutas y verduras

Firmat. - El Centro de Educación Cristiana, surgido a partir de una iglesia evangélica de extensa trayectoria en esta ciudad, lleva adelante un comedor para la tercera edad. La idea apunta a la promoción integral de los ancianos que asisten y que, en muchos casos, no cuentan con ningún tipo de recursos económicos. La iniciativa se articula con una de las tres cocinas comunitarias impulsadas por la Intendencia desde su área de acción social, y que funciona en el propio local de la comunidad cristiana.

El comedor lleva el nombre de Don Caleb, en alusión al protagonista de un relato bíblico que "tuvo confianza en Dios", explicó el pastor Eduardo Hoogendoorn. De lunes a viernes, unas 30 personas de la tercera edad almuerzan en el lugar o retiran sus viandas. Los alimentos se preparan en la cocina comunitaria municipal que, desde hace varios meses, el Centro de Educación Cristiana aloja en su sede de Mendoza 1379 del barrio Carlos Casado.

"Fuimos a la Municipalidad con un proyecto, que forma parte de las ideas que ya veníamos trabajando", comentó Hoogendoorn en relación al accionar social de la comunidad cristiana que preside. "Nuestro interés por los viejitos no termina en un plato de comida, queremos evolucionar para contribuir a la promoción de las personas a las que tratamos de ayudar", explicó. Y acotó que la Intendencia aprobó la idea que le presentaron y les instó a que la articularan con la cocina comunitaria a la que ya habían adherido tiempo atrás.

El lugar también cuenta con dos baños equipados para que los ancianos puedan higienizarse, además les brindan servicio de peluquería. La Municipalidad local aporta la mercadería, pero también reciben ayuda de particulares. "Queremos que los abuelos puedan comer una fruta, por eso pedimos a quienes puedan aportar que lo hagan", comentó el pastor. Los abuelos pueden optar por retirar la vianda o almorzar en el lugar de lunes a sábados y compartir con sus pares en el caso de que no tengan familiares. Según Hoogendoorn, la comunidad cristiana que preside tiene como objetivo "llegar a cada lugar donde exista la necesidad de hacer. Nadie tiene por qué aceptar vivir en la miseria. No alcanza con tener un plato de comida, creemos que hay que avanzar y desarrollarse al máximo".

Unas 30 personas de la tercera edad almuerzan en el lugar o retiran sus viandas.