| domingo, 25 de enero de 2004 | Reedición "El traductor": Bajo el signo de la desmesura Esta novela apareció por primera vez en 1998, dos años después que su autor su suicidara. A partir de entonces Salvador Benesdra recibió un reconocimiento que antes se le había negado, ya que varias editoriales rechazaron la obra, pese a que había sido finalista del Premio Planeta 1995. Ciertas circunstancias exteriores (la muerte del autor, en primer lugar) impulsaron la difusión de lo que se reveló como una de las grandes novelas argentinas de los años 90.
Ricardo Zevi, el traductor que protagoniza y narra los hechos, tiene alrededor de 35 años y trabaja para Turba, una editorial de izquierda. La historia comienza cuando conoce a Romina, una adventista salteña. Ambos coinciden a la perfección: él quiere llevarla a la cama y ella convertirlo a su religión.Ninguno logra lo que pretende y tal vez por eso continúan juntos. El otro frente de discusión para Zevi es su propio trabajo: con un filósofo de ultraderecha al que traduce, por un lado, y con las cuestiones internas de la editorial, por otro, ya que es un lúcido militante gremial.
Las cosas en la editorial se enrarecen: tras la fachada progresista, el personaje descubre que Turba practica con sus empleados lo contrario de lo que dice defender. La editorial, en proceso de reconversión de su personal, en los términos que se conocieron durante el menemismo, lo confina a tareas administrativas. El otro "drama" de Zevi es la frigidez inexpugnable de Romina. El traductor recurre a los medios más desesperados para vencer su anorgasmia, siempre sin resultado.
"El traductor" fue la única novela que escribió Benesdra, quien tenía 43 años al morir. Se dice que contiene alusiones en clave a Página/12, donde trabajó como redactor de la sección internacionales. Psicólogo que nunca ejerció, políglota, militante trotskista, docente de la Universidad de Buenos Aires, Benesdra es ahora un autor de culto. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Salvador Benesdra es un autor de culto. | | |