| domingo, 25 de enero de 2004 | La donante es otra beba de la misma edad que sufrió un grave accidente Abril, salvada por exitoso trasplante La nena de 16 meses recibió un corazón ayer a la tarde. La cirugía en el hospital Garrahan duró unas 4 horas Abril, la beba de 16 meses que estaba en grave estado por una cardiopatía dilatada, fue sometida ayer a un trasplante de corazón que duró poco más de cuatro horas y que fue calificada de "exitosa" por los médicos.
La intervención fue posible gracias a que un padre donó el órgano de su hija, una niña de la misma edad que Abril, fallecida en un accidente automovilístico en Santiago del Estero.
Al término de la cirugía, en el hospital municipal porteño Juan Garrahan, el médico que encabezó el equipo de cirujanos, Horacio Vogelfang, dijo estar "muy contento" por el resultado, aunque aclaró que "hay que esperar varios días para ver como reacciona la niña" ante el nuevo órgano.
Vogelfang, jefe de trasplante cardíaco del Garrahan, explicó que ante la diferencia de tipo de sangre entre la donante y la beba se tomaron recaudos que "hasta el momento han dado resultado".
Un equipo formado por 50 especialistas del Garrahan practicó desde las 18.15 el trasplante de corazón a Abril Dispenza, quien había entrado en la lista de emergencia del Incucai en los últimos días por una cardiopatía que padece desde hace cinco meses, y su estad se había agravado de tal forma que estaba en asistencia respiratoria mecánica.
Mientras la pequeña era trasplantada, se hicieron presentes en el Garrahan el ministro de Salud, Ginés González García, y el vocero presidencial, Miguel Núñez, quien señaló que el presidente Néstor Kirchner siguió de cerca los avatares de la operación.
De una niña de 17 meses El órgano fue obtenido tras una ablación realizada en la ciudad de Santiago del Estero a Ayelén, una beba de 17 meses declarada con muerte cerebral en la medianoche del viernes al sábado.
Ayelén estaba en gravísimo estado desde hacía una semana después que su familia, oriunda del partido bonaerense de La Matanza, sufrió un accidente automovilístico en el que murieron su madre y una hermana de 11 años.
En horas del mediodía de ayer y luego de cumplidos todos los protocolos que exige la ley nacional de ablación, el padre de la beba que se convirtió en donante, Enrique Pereyra, autorizó la donación multiorgánica, que incluyó el corazón y el hígado.
De inmediato el Hospital Garrahan dispuso el traslado de un equipo de expertos, encabezado por el médico Gerardo Naiman, que arribó a las 15 al hospital de niños Eva Perón de la capital santiagueña para concretar la ablación, que duró menos de una hora.
El órgano fue trasladado en avión desde Santiago del Estero hacia el Aeroparque metropolitano, desde donde una ambulancia del Incucai, custodiada por fuerzas de seguridad llevó el corazón hacia el hospital de pediatría Garrahan.
Antes de abordar el avión de regreso a Buenos Aires, el médico que encabezó el procedimiento, Naiman, dijo que la nena donante era de "características parecidas" a las de Abril y que su corazón estaba en perfecto estado.
La caravana de vehículos que transportaba el tan esperado corazón para Abril fue recibido con aplausos por un nutrido grupo de vecinos y personal que la aguardaban en las puertas del centro asistencial porteño.
El traslado debió efectuarse con celeridad porque el órgano podía mantener un tiempo breve los signos vitales, dijo el titular de Incucai, Juan Carlos Soratti.
Anteayer, el padre de Abril, al borde del quiebre ante la demora en la llegada del corazón que podía salvar la vida de su beba, fue personalmente a la Casa Rosada a pedir ayuda a Kirchner, quien se comprometió a darle todo el apoyo necesario.
No había solicitado audiencia previa, pero el pedido encontró eco y en pocos minutos se abrió la puerta del despacho del presidente para recibir al desconsolado padre.
El accidente en el que murió la niña donante se produjo el pasado 16 de enero a unos 150 kilómetros de la capital santiagueña, en la ruta nacional 155 que une la localidad de San Pedro Guasayán con la tucumana de Lamadrid.
La pequeña, Ayelén Soledad Pereyra, estaba internada desde hacía una semana en terapia intensiva en el hospital de niños Eva Perón de Santiago del Estero por un traumatismo de cráneo sufrido en el accidente automovilístico.
Debido del vuelco del automóvil en el que viajaban, fallecieron la madre de Ayelén, María Gloria Vázquez, de 40 años, y su hermana, Romina Pereyra, de 11 años, mientras que el padre resultó ileso.
Un destrozado Enrique Pereyra, el padre de la donante, expresó que esperaba que su actitud de entregar el corazón de su niña "sirva de ejemplo" para que "otras familias tengan el mismo coraje".
Pereyra conducía su automóvil el 16 de enero pasado a las 11.30 de la mañana cuando se quedó dormido y el vehículo dio un tumbo que provocó que sus dos hijas salieran despedidas por el parabrisas.
El fue el único que salvó su vida porque llevaba puesto el cinturón de seguridad. (Télam) enviar nota por e-mail | | Fotos | | Sergio Dispenza y Carolina, los padres de la niña. | | |