| domingo, 25 de enero de 2004 | El Foro de Davos concluyó con optimismo y fascinado por China Antonio Rodríguez El Foro Económico Mundial de Davos (este de Suiza), deslucido por varias e importantes anulaciones de última hora, concluyó este domingo con optimismo de cara a la recuperación de la economía mundial y una fascinación compartida por las mil maravillas que se contaron de China.
Este año, un inédito número de participantes anuló a última hora su viaje a la estación de esquí suiza. La más notable fue la del administrador de Estados Unidos en Irak, Paul Bremer, que renunció a acudir a Davos para hablar de la reconstrucción iraquí.
Los presidentes de Argentina, Néstor Kirchner, y el peruano, Alejandro Toledo, también cancelaron su viaje y dejaron al ecuatoriano Lucio Gutiérrez la difícil tarea de representar a América Latina en un Foro que prestó poca atención al subcontinente.
En estas condiciones, la petición de mayor cooperación en la lucha contra el terrorismo expresada el sábado por el vicepresidente estadounidense, Dick Cheney, la estrella de esta edición, tuvo menos repercusión de lo esperado debido a la ausencia de altos responsables europeos.
El brazo derecho del presidente George W. Bush aprovechó la tribuna de Davos para justificar otra vez la guerra en Irak. "Las amenazas directas necesitan acciones decisivas", afirmó.
Deslucido a nivel político, Davos volvió a sus orígenes y dio la prioridad a los debates económicos, hallando suficientemente motivos para mostrarse optimista de cara al futuro.
Los expertos, como Jacob Frenkel, presidente de Merrill Lynch International, se congratularon por la recuperación de la economía estadounidense que tendrá consecuencias positivas para el resto del mundo.
Algunos economistas advirtieron, no obstante, del peligro que los "desequilibrios extremos" de Estados Unidos, como el elevado endeudamiento y el débil ahorro de los hogares, representan para la recuperación iniciada en el último semestre de 2003.
El optimismo general de Davos también incluyó a América Latina.
El presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Enrique Iglesias, anunció el fin de un "quinquenio de recesión" y la entrada del subcontinente en "un periodo de bonanza" en 2004 para América Latina con un crecimiento del 4%, y con Brasil y Argentina asumiendo el papel de locomotoras.
Pero la gran estrella de esta edición fue China. Los participantes hablaron cin cesar de ese nuevo "Eldorado" y de las enormes ventajas, según ellos, de invertir en el gigante asiático.
"El beneficio que uno puede realizar en China es más elevado que el que se puede lograr en Japón, y mucho más acelerado que el que se puede conseguir en Europa", declaró el presidente del grupo japonés Nissan, el brasileño Carlos Ghosn, en uno de los numerosos debates dedicados al gigante asiático.
"Es el buen momento para invertir en China y no únicamente por la tasas de cambio", insistió Ulrich Schumache, patrón del grupo alemán Infineon.
Hasta el secretario estadounidense de Comercio, Donald Evans, no logró disimular su entusiasmo. "Creo que China va en la dirección correcta y que está en buenas manos", subrayó.
En medio del optimismo económico, el secretario general de la ONU, Kofi Annan, recordó a los cerca de 2.000 participantes del Foro, que el hambre y la pobreza siguen siendo uno de los mayores problemas del planeta.
"No existe otro problema que amenace tanto el sistema comercial internacional del que tanto disfrutan ustedes", advirtió.
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