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 sábado, 24 de enero de 2004

Cuidadores de Isla del Sol piden mejoras al municipio villense
Protestan porque no se les provee ropa de trabajo, guantes ni botines, y en el lugar no tienen agua ni baño

Osvaldo Flores / La Capital

Villa Constitución.- Los vigiladores municipales de la reserva natural Isla del Sol se mostraron molestos porque, pese a sus insistentes reclamos, el municipio no les provee ropa de trabajo, guantes ni botines, y en el lugar donde desarrollan sus tareas no cuentan con agua potable, luz ni baños. Además, uno de los agentes denunció haber recibido presiones luego de dar a conocer esta situación a través de medios locales.

"A nosotros no nos dan ropa de trabajo. Aquí no tenemos agua, luz ni baños, y nos obligan a estar en la guardia porque si no el guardaparque Edgardo Fontana pasa notas y nos ensucia el legajo", denunció Roberto Antúñez, vocero de los cuidadores de la Isla del Sol.

Según Antúñez, un ex combatiente de Malvinas que se desempeña desde hace ocho años en la reserva natural, los reclamos por la provisión de ropa y elementos de trabajo y mejores condiciones laborales se remontan a varios años, pero hasta ahora han sido infructuosos.

"Hablamos con (el ex intendente Jorge) Malugani, con (el intendente Horacio) Vaquié, con los concejales, pero nunca conseguimos nada", afirmó.

Para agravar la situación, el vigilador aseguró que tras haber denunciado esta situación a los medios locales recibió amenazas de traslado de su puesto. Y apuntó sus dardos al encargado de la reserva, Edgardo Fontana. "Me acusa que apoyo a mis compañeros de trabajo. ¿A quién voy a apoyar, a los políticos? Hace 16 años que tengo la categoría 9, pero como no soy político no me dan la categoría que realmente me corresponde. Aquí esas categorías se las dan a los políticos", afirmó.

Los vigiladores de la Isla del Sol cumplen sus funciones en una casilla instalada en el ingreso a la reserva natural sin agua, luz ni baño. Desde allí recorren el predio para preservar su seguridad y, sin botines, guantes ni ropa adecuada están expuestos a los peligros que representa la presencia de víboras en el lugar.

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Los vigiladores denunciaron presiones en su trabajo.

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