| miércoles, 21 de enero de 2004 | Esperan llamado de captores de la esposa del funcionario de la Afip de Pergamino La familia de Cristina Taborda, esposa del director de la Afip de Pergamino y hermana de una jueza de Concordia, Entre Ríos, que se encuentra secuestrada desde el domingo último, aguardaba hoy una comunicación de la banda de captores para conocer las exigencias para la liberación de la mujer.
En tanto, los investigadores del caso procuraban determinar si se trató de un secuestro planificado o si la banda cometió el hecho al azar y decidió prolongarlo al enterarse de que se trataba de la mujer de un funcionario de la Administración General de Ingresos Públicos, dijeron fuentes vinculadas a la pesquisa.
Si bien la familia de Taborda y los investigadores manejan el caso con total hermetismo, algunos voceros dijeron que el esposo de la mujer, Eduardo Cruellas, solo habría recibido una advertencia de la banda para que juntara dinero el mismo día del secuestro.
Ayer, un allegado a la familia dijo desde la casa de Cruellas que aún no tenían novedades: "Todavía no recibimos ninguna llamada", dijo un hombre que se sólo se identificó como "un amigo" y no quiso dar más información.
En tanto, fuentes de la policía entrerriana informaron hoy que la mujer secuestrada es profesora de biología y tiene dos hermanas que viven en Entre Ríos.
Una de ellas es Silvia Taborda, titular del juzgado de Instrucción 4 de Concordia y la otra esa Elba, quien fue secretaria de Turismo de la ciudad de Federación.
Precisamente de esa provincia, regresaba el domingo último Taborda con su esposo y sus dos hijos, al momento en que se inició el secuestro.
La familia había pasado unos días de descanso en Federación, ciudad ubicada 350 kilómetros al noroeste de Paraná, la capital enterriana, donde hay termas y lindas playas.
Cuando regresaban en su vehículo por la ruta 51, unos kilómetros antes de llegar a Arrecifes, el matrimonio y los hijos adolescentes fueron interceptados por un grupo de delincuentes armados que se cruzaron en su camino y los tomaron cautivos.
Los delincuentes decidieron hacer una primera escala en la localidad de Tortuguitas, donde hicieron descender a los hijos del matrimonio en la puerta de un country y siguieron su marcha por la ruta Panamericana, hasta liberar a Cuellar cerca de la Capital Federal.
"Volvé a Pergamino y andá juntando la plata que te llamamos", fue la frase que, según los voceros, los delincuentes le dijeron al hombre antes de partir con rumbo desconocido con la mujer cautiva.
Allegados a la familia dijeron que si bien Cruellas cuenta con un buen empleo, "no es un hombre adinerado capaz de pagar un elevado rescate", por lo que la familia está muy preocupada por las exigencias que pueda tener la banda. (Télam)
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