Acusado hasta por su novia, un chico quedó preso por asesinar a una mujer

Cayó por un robo callejero. Pero luego fue señalado por apuñalar a una militante evangélica. Tiene 16 años

Un menor de 16 años detenido por un robo callejero terminó implicado por la propia víctima, otros vecinos del barrio y hasta su novia de 14 años -que fue apresada junto a él como cómplice del atraco- en el homicidio de Leonor Isabel Rodríguez, la militante evangélica de 66 años asesinada de cuatro puñaladas el 14 de diciembre pasado en su casa humilde de la zona sur.

Caperolo, de 16 años, fue apresado bajo acusación de haber asaltado a su vecina Macarena Gómez, de 23, en Juan Canals y Oroño. Allí, según la declaración de la joven, una parejita la interceptó e intentó sustraerle la mochila mediante amenazas con una navaja.

La joven se resistió y a causa del forcejeo resultó con una leve escoriación en el cuello. Los asaltantes escaparon con su mochila en la que llevaba 30 pesos, dos relojes, dos remeras y otros efectos personales. A la llegada del móvil policial, salió a buscarlos en el patrullero hasta dar con ellos en Mr. Ross y la vía. La policía les secuestró lo robado y el arma usada en el atraco.

Una vez en la seccional, la joven asaltada no sólo relató el robo sino que "agregó que en el barrio la gente tiene la seguridad de que los detenidos son los autores del crimen de Leonor Rodríguez", reveló un vocero policial. Más tarde, otros vecinos avalaron sus dichos. Cuando los investigadores quisieron interrogar a los detenidos por esa acusación, el joven de 16 años manifestó su deseo de hacerlo directamente ante el juez. La muchacha, en cambio, declaró delante de su madre que el homicidio había sido cometido por Caperolo. Ahora el joven está imputado del robo de la mochila, del homicidio y de haber lesionado en forma leve a un vecino el mismo día del crimen.

"La imputación más precisa es la de la novia", reveló uno de los investigadores. La jovencita declaró que esa madrugada de domingo habían estado festejando un cumpleaños cerca del domicilio de la víctima. Al salir de la reunión se detuvieron en la casa de Rodríguez, en Argelia 2269, y ella se quedó esperando afuera mientras su novio ingresaba a la vivienda. De todos modos, su versión esclareció los motivos del asesinato.

A la mañana, los vecinos de Rodríguez encontraron la llave colocada del lado de afuera, la puerta de calle entreabierta, y un postigo roto a golpes, por lo que llamaron a la policía. Los efectivos encontraron el cuerpo de la mujer a un costado de la cama. Tenía el pecho ensangrentado de cuatro puñaladas y no le habían robado nada. La mujer vivía sola, era colaboradora del templo evangélico de Oroño al 4.100 y se dedicaba a la venta a domicilio de alimento para perros y cosméticos.