| miércoles, 21 de enero de 2004 | Editorial La cuestión de los "cyber" La creciente presencia de la informática en la vida cotidiana de la gente reviste aspectos ampliamente positivos y también, como nefasta contrapartida, abre posibilidades riesgosas a quienes carecen de la madurez y formación necesarias. La clausura en Rosario de varios cybernegocios que al parecer no tenían colocados los filtros para restringir el acceso a páginas de Internet que difunden material pornográfico provocó una reacción de las entidades que nuclean a los locales del rubro y levantó un debate cuya complejidad y riqueza permite avanzar en ríspidas cuestiones, atinentes al desarrollo cultural de la sociedad.
Según explicaron a este diario fuentes policiales, el cierre de los "cyber" se efectuó en cumplimiento de dos artículos del reformado Código de Faltas de la provincia, que castigan respectivamente a quienes no pongan filtros restrictivos de la entrada a sitios "porno" y a aquellos que los desactiven.
Desde la vereda opuesta, el argumento esgrimido no deja de ser atendible: dueños de cyberlocales hicieron hincapié en la virtual imposibilidad de instalar filtros auténticamente efectivos. "Si ponés a funcionar algo que filtre una palabra, como sexo o pornografía, dejás afuera un montón de páginas e incluso de correos electrónicos que la incluyen", fue el gráfico testimonio brindado por uno de ellos a La Capital. Lo cual, por supuesto, restaría atractivo a la navegación por la red y causaría la consecuente fuga de muchos clientes.
Es que sin dudas resulta en extremo complejo concretar mediante la coerción un objetivo que debería plasmarse por intermedio de la educación de los internautas. Más allá de que la intención que deja traslucir la ley es valiosa, su conversión en hecho traerá aparejados, sin duda, numerosos problemas.
Se trata, por cierto, de un debate tan antiguo como las mismas instituciones humanas. Idéntico dilema, si bien en diferente escala y en otro ámbito, lo tienen en su propio hogar los usuarios de computadoras con hijos pequeños y/o adolescentes. En este caso resulta patente que además de la implementación de filtros el requisito fundamental es mantener un diálogo fluido, con las adecuadas dosis de comprensión y enseñanza.
Internet posee de mágico lo mismo que tiene de peligroso. Tal cual ya ha sido demostrado, no existen métodos lo suficientemente eficaces como para permitir el acceso a sus enormes beneficios sin estar al mismo tiempo expuesto a sus riesgos. enviar nota por e-mail | | |