Mueren 18 marineros tras fulminante naufragio de un carguero en Noruega

El Rocknes dio una vuelta de campana cuando estaba cerca de la costa. Llevaba 30 personas a bordo

El buque de carga Rocknes naufragó súbitamente frente a la costa noruega en Bergen y causó la muerte de 18 tripulantes. Los equipos de rescate lograron rescatar de la sala de máquinas a tres marineros filipinos, en una carrera contra el intenso frío, el agua y el oxígeno que se acababa en el barco. Luego, las tareas de búsqueda continuaron sin éxito.

Sólo 11 de los 30 tripulantes, así como el práctico noruego, lograron sobrevivir a la tragedia desatada anteayer. Después de que el portavoz de la central de rescate declarara que no había esperanzas de encontrar más supervivientes, el interés se concentró en las causas de la, por el momento, misteriosa tragedia.

Los sobrevivientes confirmaron ayer las declaraciones de testigos que desde tierra afirmaron que el barco, de 166 metros de eslora y que iba cargado con piedras, volcó en la tarde del lunes, con un mar en calma y buena visión, en poco menos de un minuto, y que después avanzó con la quilla al aire entre la costa y las islas frente a Bergen.

De acuerdo con las últimas informaciones, el Rocknes, que fue botado hace tres años desde el astillero de Sietas, en Hamburgo, rozó el fondo marino antes del accidente. Varios prácticos declararon en medios noruegos que en viajes anteriores del carguero y de su hermano gemelo, el Stones, habían tenido muchos problemas al dirigirlos. El timón no funcionaba más que con problemas y probablemente no estaba bien colocado, dijo el práctico Alf Ove Austevoll en la radio.

Jesben Management, la compañía naviera responsable del barco registrado en Antigua, afirmó que el accidente es "completamente inexplicable". Sólo ocho de los 24 tripulantes filipinos a bordo sobrevivieron. También lograron salvarse los tres holandeses que trabajaban en el barco. Junto al capitán noruego y los filipinos, sigue desaparecido un ciudadano alemán.

Poco después de que volcara el barco, a sólo 200 metros de la costa, el práctico y un miembro de la tripulación lograron aferrarse a la hélice de la nave hasta que fueron rescatados por un helicóptero. Lo más decisivo para el rescate de otros seis marineros fue la presencia casual de un barco de salvamento noruego que se encontraba cerca.


Dramático rescate
Según precisaron especialistas, lo más dramático fue el rescate de tres filipinos encerrados en la sala de máquinas. Tras establecer contacto mediante golpes, realizaron dos pequeños agujeros en el casco del barco. A través de uno de ellos iluminaron la sala de máquinas mediante una linterna de bolsillo, y por el otro metieron una nota enrollada en un bolígrafo. Poco después llegó la respuesta: "Dénse prisa, nuestro colega se está muriendo".

Pero al igual que los demás rescatados, los tres filipinos se encontraban en una condición física relativamente buena aunque estaban en estado de shock, según el hospital Haukeland donde fueron ingresados.

El Rocknes se encontraba de camino al puerto alemán de Emden. El barco había sido construido especialmente para hundir piedras en el fondo del mar, necesarias para desplegar ductos de gas y petróleo. (DPA)

El casco fue perforado para salvar a tres tripulantes.