El presidente del Concejo apuesta a garantizar la gobernabilidad en la ciudad

Agustín Rossi: "Lifschitz construye y Binner dinamita"

Acusó al ex intendente de bloquear la estrategia de consenso que pone en práctica su sucesor

El presidente del Concejo Municipal, Agustín Rossi, lanza una frase contundente: "Lo que Miguel Lifschitz intenta construir, Hermes Binner procura dinamitarlo". El dirigente justicialista se muestra a favor de generar consensos para que Rosario sea una ciudad gobernable, dejando de lado las peleas propias de la competencia electoral. En una entrevista con La Capital, Rossi elogia al presidente Néstor Kirchner y dice que es tiempo de que el peronismo rosarino aproveche las buenas gestiones que emanan de los gobiernos provincial y nacional.

-¿Cómo es su relación con Lifschitz?

-Este primer mes ha sido positivo. Creo que desde el Concejo se le brindó a un intendente que comienza su gestión un grado de gobernabilidad y previsibilidad en el horizonte más que importante. Rosario hacía tres años que funcionaba sin presupuesto. Es cierto que, al contrario de otros años, el oficialismo está bastante lejos de poder conseguir una mayoría dentro del Concejo, necesita acordar con sectores de la oposición. También es cierto que después de venir de un proceso electoral como el del año pasado, hay un reclamo de la sociedad para que los políticos trabajemos privilegiando las pautas comunes, los acuerdos y no las divergencias, como en general suele suceder en los años electorales. En este escenario, la única voz disonante en la provincia es la del ex intendente Binner.

-¿Qué diferencia hay entre Lifschitz y Binner?

-Veo a Lifschitz como un intendente que trata de construir, de gobernar. Si bien ahora estamos en un país en crecimiento, no debemos olvidar que hace dos años estuvimos al borde del precipicio. Esta ciudad hace dos años que tiene un grado de desinversión pública importante, en cuanto a la obra básica que se necesita para el mantenimiento de la ciudad. Recién ahora vemos que se están reactivando los contratos de bacheo, de pavimentación de las calles de tierra. El está preocupado por gobernar, para lo cual trata de generar los consensos necesarios para llevar adelante su acción de gobierno. Y Binner sigue en campaña electoral. El potencial principal perjudicado por estas actitudes puede llegar a ser Lifschitz, porque lo que intenta construir -un horizonte de gobernabilidad- es dinamitado por Binner, con declaraciones absolutamente extemporáneas para una etapa en la que debemos privilegiar el consenso, que es lo que la sociedad nos esta pidiendo: que dejemos de hacer campaña, gobernemos y le brindemos mejor calidad de vida a los rosarinos.

-¿Y Binner qué busca?

-Sigue hablando cómo si la elección no hubiese terminado, y genera una voz disonante en el universo de los dirigentes políticos de Santa Fe.

-¿No le parece curioso que, contrariamente a lo que fue su estilo, Binner asuma ahora un rol protagónico desafiando al PJ a un mano a mano dialéctico?

-Es curioso. La chicana esa recordando que "existe el justicialismo porque existen los pobres" es profundamente gorila y despreciativa de los sectores más humildes de la sociedad. Además no la comparto, ya que el peronismo ha sido siempre un movimiento integrador de sectores sociales, ha aumentado la calidad de vida de los argentinos desde su nacimiento. La frase que en algún momento se utilizó y que él le atribuye al diputado nacional Oscar Lamberto es tomada por Binner desde otro lugar: él es el jefe político del antiperonismo en Santa Fe. Binner no pretende construir un frente progresista, por eso no hizo la alianza con el ARI. La hizo con sectores más ligados a la derecha política tradicional, y lo que pretende es tratar de convertirse en un dirigente antiperonista y convocar desde ese lugar a los sectores gorilas de Santa Fe.

-De todos modos, se vuelve a hablar de que Kirchner lo quiere llevar al gabinete nacional. ¿Cómo caería eso en el PJ?

-Ahí lo que hay que analizar es el comportamiento del presidente. Me parece que después de haber ganado las elecciones se está preocupando en aumentar su poder político porque ve que los problemas del país no los resuelve un jefe de Estado de un 20% de los votos ni de un 30%. Necesita incorporar figuras que tengan que ver con ese aumento de su capacidad, para incrementar su base de sustentación política. Me parece que la incorporación de Graciela Ocaña en el Pami tiene que ver con eso. Si Binner es convocado al gobierno, seguramente pasará a tener una actitud más constructiva que la que tiene en la provincia, cuya única preocupación parece ser criticar a Reutemann o a Obeid.

-El PJ estuvo muy cerca de ganar la Intendencia. ¿Sigue considerando que si abrían las urnas el resultado hubiese sido distinto?

-Dije lo que dije en ese momento. Eso pasó. Si yo siguiese sosteniendo lo mismo quedaría muy cerca del papel que le acabo de criticar a Binner. Debo mirar para adelante, el PJ hizo una elección en la que estuvo cerca de ganar. Creo que la ley de lemas es perjudicial para el peronismo rosarino. Para poder competir con éxito, tenemos que construir un peronismo con un volumen político lo suficientemente importante como para capitalizar lo bueno que hacen los gobiernos provinciales y los nacionales para la ciudad. Lo que ha pasado es que el peronismo estuvo tan disgregado, tan balcanizado, tan atomizado que no había forma de capitalizar las buenas gestiones provinciales y nacionales. Creo que en las buenas gestiones de Kirchner y Obeid estarán dadas las posibilidades de que el peronismo vuelva a ser una alternativa de poder en la ciudad. Apuesto a eso.

"Binner es el jefe del antiperonismo", sostuvo Agustín Rossi.