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 domingo, 18 de enero de 2004

Los cinco menores detenidos eran vecinos de la víctima
Investigan si la anciana asesinada en Ludueña fue violada antes de morir
Todavía se ignora por qué mataron a Nélida Luján. Averiguan si hubo otras personas vinculadas con el hecho

El terrible crimen de una jubilada de 77 años, muerta a golpes por una banda de cinco menores en su casa de barrio Ludueña Sur, tuvo ayer otro giro espantoso. La policía investiga si la mujer, con problemas de vista y oído y conocida como una vecina solidaria, fue violada por sus asesinos.

Los menores -tres de ellos tienen 16 años y los restantes 14- dieron cuenta del presunto abuso sexual en sus declaraciones policiales, que hicieron en presencia de familiares. Según trascendió de fuentes ligadas a la causa, las versiones que aportaron no fueron coincidentes en cuanto a quiénes habrían participado en la supuesta violación. Tampoco se pusieron de acuerdo respecto a quiénes serían los responsables del homicidio.

La víctima, Susana Leonor Luján, apareció sin vida alrededor de las 8.30 del viernes en el dormitorio de su casa de Navarro 6028. La asesinaron a golpes unas cinco horas antes, con objetos todavía no determinados, pero que podrían haber sido un sifón y un palo de escoba, que fueron hallados con abundantes rastros de sangre.

Además del supuesto abuso sexual, la investigación debe responder todavía varios interrogantes. Uno de los principales apunta a las razones del crimen. "Se supone que mataron a la mujer porque se resistió. Ellos dicen que quería salir de la casa. También puede haber sido para ocultar el robo. En todo caso es una muerte absurda, sin sentido, porque habrían podido maniatarla o encerrarla", dijo un vocero policial.

También se sospecha que otras personas, presumiblemente los eventuales reducidores de los objetos robados, estaban al tanto de que iba a cometerse el asalto.


Por monedas
Susana Luján estaba indefensa. Ya había sufrido siete robos y los ladrones la tenían aterrorizada. Se sentían tan seguros de su impunidad que acostumbraban a reunirse en la puerta de su casa. Según indicaron sus familiares, los últimos cuatro robos ocurrieron en el último mes y en el episodio anterior al del asesinato, también ocurrido en horas de la madrugada, la mujer optó por fingir que dormía y dejar actuar a los intrusos, por miedo.

"El 1º de enero la fuimos a saludar por el Año Nuevo -dijo una vecina-. Nos dijo que habían intentado entrar en la casa y que ella conocía a los ladrones. «Me tengo que quedar callada», decía. No quería denunciarlos por miedo a que le hicieran algo. Y al final la mataron".

Los ladrones no se ocultaban. Por el contrario, se reunían en la esquina o en el propio frente de la casa de Luján. "Se juntaban para drogarse con esa porquería de pegamento, que les come el cerebro", dijo otra vecina, que tiene varios perros en su patio a modo de protección.

Las vecinas coincidieron en señalar que los robos son generalizados en el barrio. "Si dejás algo afuera, cualquier cosa, te roban -apuntaron-. Tenés que entrar todo, hasta la escoba, hasta una lamparita. Yo salgo de mi casa con miedo de volver y no encontrar nada. Con la señora se ensañaron porque era una mujer grande que estaba sola".

Lo que se llevaron los ladrones de la casa de calle Navarro se encontraba ayer en la comisaría 12ª. Allí estaban los pocos objetos que tenía Susana Luján: un secarropas, un lavarropas, la bolsa de los mandados, vasos, un juego de cubiertos, una olla, un ventilador de pie, un cubrecamas, una pequeña garrafa con una pantalla, un diccionario.

"Lo normal en este tipo de robos, que son raterías, es buscar un comprador por la calle y ofrecerle comprar el botín a un precio muy bajo. Por estas cosas iban a sacar monedas", dijo el comisario Manuel Soria, jefe de la seccional 12ª.

Un vecino de calle Navarro manifestó a la policía haber escuchado ruidos en la casa de Luján después de las 3. Por entonces, los menores estaban dentro de la vivienda, a la que ingresaron a través de la ventana de una habitación que la víctima utilizaba como depósito de cosas fuera de uso. Un débil barrote de caño era la única protección de la abertura.


Rastros de sangre
El jefe de la Brigada de Homicidios, Daniel Corbellini, dijo que "está determinada la forma en que se desarrolló el suceso", pero se rehusó a dar precisiones. No obstante, otro vocero policial afirmó que "había sangre en el ochenta por ciento de la casa", de lo que se deduce que la mujer fue golpeada en varios lugares. El golpe mortal le habría sido asestado con un sifón en la cabeza.

Alrededor de las 4, una patrulla del Comando Radioeléctrico divisó en Magallanes y Casilda a tres jóvenes que trasladaban objetos de una manera curiosa: los llevaban sobre dos persianas. Dos de ellos salieron corriendo, pero el tercero quedó detenido y fue conducido a la comisaría del barrio. El chico dijo que los objetos eran de amigos a los que identificó con apodos.

Horas más tarde, cuando se descubrió el crimen, una vecina y amiga de la víctima reconoció en la comisaría los objetos secuestrados. Interrogado por segunda vez, según voceros policiales, el menor confesó que había intervenido en un robo, aunque aseguró que él se había quedado haciendo vigilancia en la vereda.

Los otros adolescentes involucrados cayeron presos entre las 10 y las 12 del viernes, en medio de un operativo en la villa de emergencia situada a poco más de ciento cincuenta metros de la casa de Luján. Ninguno de ellos opuso resistencia y sus familiares colaboraron con la policía, entregando los objetos robados.

Los menores prestarán declaración el lunes ante el juez Jorge Cartelle. Cuatro de ellos tienen antecedentes por robos menores. "Hay un aumento de violencia en el delito cometido por menores. La mayoría de los casos ocurre con utilización de armas. Es difícil resumir las causas de ese aumento, que responde a la situación social y económica y a cuestiones familiares y de educación", consideró el magistrado.

Mientras tanto, los jóvenes permanecen detenidos en distintas dependencias. "Entregaron las cosas que robaron. Lo único que no pudieron devolver fue la vida de esa pobre mujer", dijo un vocero de la investigación.

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El lugar del crimen. Se presume que la mujer fue muerta a golpes con un sifón y un palo.

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