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 domingo, 18 de enero de 2004

Charlas en el Café del Bajo

-Hace muchos años un periodista y abogado, Ricardo Méndez, definió a la política más o menos con estas palabras, que a mí me impactaron: "Política -dijo- es el altruismo o la filantropía en su más sublime expresión". En consecuencia, el político devenido en gobernante no debería ser otra cosa que un ser dedicado a prodigar toda clase de bienes espirituales y materiales al pueblo a quien representa y conduce. Este concepto de política tiene su correlato en circunstancias primigenias del cristianismo y encuentran su paradigma en la pesca de hombres declamada por Jesús a Pedro y en el lavado que Jesús hace de los pies de sus discípulos. En este lavado hay un sentido muy especial: el servicio de la sangre real, de la monarquía, a los más humildes. En ese momento Jesús (noble, de linaje davídico por cuanto descendía del rey David) se agacha para servir a los que están por debajo de él, nada menos que para lavarles los pies.

-He leído que muchos monarcas europeos en el pasado fueron llamados "reyes pescadores", porque en sus gestiones implementaban el principio del servicio de la "sangre real" hacia los hombres comunes del reino. Esto dio origen inmediatamente después a la observancia del principio del Santo Grial: servir como lo hizo la sangre real más alta que conoció la humanidad.

-Así es, estos monarcas europeos, que como usted dice, muchos historiadores denominaron "reyes pescadores", en ciertos casos eran descendientes directos de los discípulos de Jesús, porque como se sabe, no fueron pocos los seguidores del nazareno que emigraron a Francia e Inglaterra, entre ellos José de Arimatea. Pero, ¿dónde quiero llegar con esto? A comparar este concepto de la política, este accionar de entonces, con las prácticas actuales de nuestros gobernantes.

-Y en este punto vuelvo a reiterar que pensar y hablar de política es importante, muy importante, porque un alto porcentaje de las desventuras del ser humano se producen porque quienes conducen las sociedades se han olvidado de servir a sus súbditos. Han cambiado, trastocado, el principio del Grial de forma alarmante. Ya no se sirve sino a sí mismo y al entorno que interesa, y el amor se ha convertido en amor propio. Algunas actitudes, muchas por cierto, de los "nuevos reyes" (léase presidentes, gobernadores y autoridades en general) son escandalosas.

-En los últimos años, en la vida argentina, santafesina y rosarina (que al fin de cuenta es lo que más interesa) se han producido hechos aberrantes y enormes que son dimensionados sólo por aquellos que alcanzan a despegarse del fragor cotidiano. Cuando alguien se retira de la escena y observa la misma desde las plateas, alcanza a divisar y comprender el infernal panorama en toda su magnitud.

-Un panorama que está saturado de estas abominaciones: mentiras, corrupción, sometimiento y genuflexión manifiesta o disimulada al poder internacional, sometimiento del pueblo mediante el hambre, la miseria y la ignorancia, lograda esta última a través de la socavación de la estructura educativa, bestialización de la masa y, en general, crucifixión y muerte de todos los valores que tienen que ver con la luz, el amor y la paz. Es decir, se ha desterrado el servicio y la luz para los demás, exaltándose la tiniebla y el aprovechamiento para sí. Pasarán muchas décadas, lamentablemente, para que todo esto cambie. Sin ánimo de ser agorero, diré que nuestros hijos y sus descendientes aún deberán soportar muchas iniquidades y ni siquiera aquellos que han logrado formar cierta estructura económica, intelectual o espiritual estarán a salvo (como ya se esta viendo). Por eso es indispensable hablar de política, es indispensable comprometerse con la esperanza de una estructura sublime, creíble y confiable que salve al hombre de las garras de los poderes del mal enquistados en la conducción social. Esa estructura, que indefectiblemente vendrá para restaurar el orden quebrado, enarbolará las banderas del servicio y del amor arriadas por los poderosos y sus serviles capataces, que esclavizaron el alma de la humanidad. Bien, Inocencio, hasta mañana y lo invito a leer comentarios de interés en www.charlasparalavida.com.ar

Candi II

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