| domingo, 18 de enero de 2004 | Análisis político Kirchner impone su pragmatismo Mauricio Maronna / La Capital El pragmatismo es en su definición exacta un método filosófico según el cual el único criterio válido para juzgar la verdad de toda doctrina científica, moral, política o religiosa se ha de fundar en sus efectos prácticos. Néstor Kirchner, por si a alguien le quedaban dudas, es un pragmático como todo peronista que se precie de tal. Y no es una mala palabra.
Ningún episodio hizo trastabillar el análisis previo a la reunión cumbre con el presidente George W. Bush. Por primera vez en mucho tiempo se vio a un jefe de Estado argentino sin miedo escénico en la Cumbre Extraordinaria de las Américas, desempolvando el mismo discurso que día a día pronuncia fronteras adentro y marcando una bisagra con los ejes dialécticos de Raúl Alfonsín y Carlos Menem. Obvio, de Fernando de la Rúa ni noticias.
Kirchner sabe que la gran pelea hacia afuera será con los organismos internacionales de crédito y, fundamentalmente, con los tenedores de bonos defaulteados. ¿Qué mejor que tener de aliado a Bush para neutralizar a los acreedores en sus ansias de clavar los colmillos sobre las yugulares del santacruceño? Se escribió el domingo pasado en esta columna que a ambos presidentes los urge mantener la masa crítica necesaria como para seguir transitando los senderos que no se tocan pero tampoco se bifurcan.
El dirigente republicano no deja frente sin cubrir de cara a las elecciones de noviembre del 94 y, se sabe, que las campañas proselitistas norteamericanas son de las pocas que logran superar a las argentinas en su estilo del vale todo. ¿El programa de Bush para regresar a la luna no le recuerda al lector alguna promesa de campaña vernácula que ofertaba viajes a Japón en 45 minutos a través de la estratosfera? Sí, acertó: Menem lo hizo.
La Casa Blanca desplegó un aceitado mecanismo para imponer antes de la reunión su "decepción por el giro a la izquierda de la Argentina y las relaciones del presidente Kirchner con Cuba". El subsecretario de Estado para Asuntos Hemisféricos, Roger Noriega, fue el encargado de la sobreactuación destinada a un cliente clave en el test en el que Bush se juega la reelección: el electorado del Estado de Florida, que considera a Fidel Castro como la imagen vívida del demonio. La folclórica apelación al "nocaut" de Kirchner y la pulimentada respuesta del canciller Rafael Bielsa actuaron como contradiscurso para que la operación resulte exitosa.
Si los hispanos son la minoría más numerosa, en Estados Unidos existen 38 millones de razones para que la maquinaria electoral con base en Washington le marque los pasos al candidato oficialista. Bush, pragmático al fin, se bancó con sus mejores sonrisas el tufillo antiestadounidense que sopla en América latina y se retiró de Monterrey sin haber podido imponer ese decálogo de prioridades que siempre prima en las reuniones con 33 jefes de Estado del continente.
Frente al espanto que generan Hugo Chávez en Venezuela, Evo Morales en Bolivia y Castro en Cuba (más los recientes cortocircuitos entre la Casa Blanca y Lula), Kirchner se convierte en una pieza valiosa para evitar el desmadre. "Es la suerte del campeón", se ufanó un kirchnerista santafesino tras reconocer que "el Lupín es un hombre afortunado" y referenciarlo (con lenguaje escatológico) en la desproporción de distintas partes de su anatomía.
En verdad, el sureño llegó a ser presidente cuatro años antes de lo que él mismo creía, volcó a su favor el súbito brote de progresismo que nació desde las capas medias urbanas y goza del extraordinario volumen de los commodities argentinos en el exterior. ¿Quién se acuerda hoy del magro 22% de los votos que cosechó en abril del 2003? "Pesito a pesito hacemos el montoncito", era su leit motiv preferido a la hora de gobernar Santa Cruz, una figura que ahora traslada a la Nación para acumular poder adentro del justicialismo, valiéndose de los apoyos que recibe por afuera del aparato, el mismo que le permitió llegar al ballottage.
No es un dato menor que en sus casi ocho meses de gestión, Kirchner no organizó jamás una reunión de gobernadores, diputados o senadores, una característica que sí marcó la gestión de Eduardo Duhalde. "La verdad es que no nos pasa ni la hora. Duhalde le hizo saber, cuando se votó la inmunidad a tropas de Estados Unidos, que quienes habían permitido que ese proyecto pase fueron los peronistas pura sangre. Ahí se demostró que los transversales como Miguel (Bonasso) y compañía no tuvieron ni siquiera el gesto de retirarse del recinto. Directamente votaron en contra", comentó con despecho a este diario un diputado por Santa Fe.
Si la prioridad número uno del gobierno en el comienzo del 2004 fue la cuestión de la deuda, la relación con el Fondo y la armonía con Bush, de ahora en más la relación con el peronismo dará indicios de lo que vendrá. La nueva ley de coparticipación obligará al presidente a tender lazos con el amplio abanico interno y a dejar momentáneamente de lado viejos rencores.
Uno de los integrantes de la comitiva presidencial que viajó a México fue el misionero Ramón Puerta, hasta hace poco enemigo declarado de la pingüinera de Balcarce 50 en las elecciones que consagraron gobernador a Carlos Rovira. Bastará una mínima señal para que el PJ corra detrás de Kirchner. El justicialismo es hoy un flan puesto en la heladera para adaptarse rápido al nuevo recipiente. El presidente podrá abrir tranquilo las puertas y comprobar que el nuevo molde ya está listo.
La aceptación popular de la que goza el mandatario abre un grueso interrogante sobre quién ocupará los casilleros de la oposición. El radicalismo sigue ciego, sordo y mudo; la centroizquierda no sabe si es oficialista, semioficialista u oficialista crítico; la centroderecha está perdida como Ricardo López Murphy en una asamblea piquetera y la izquierda clasista, que comenzaba a vituperar "el alineamiento de Kirchner con el imperialismo yanqui" (y que históricamente tomó como bandera la reapertura de las causas por los crímenes de la dictadura), se encontró con que desde la mismísima Casa de Gobierno se hicieron públicas las fotografías sobre la continuidad, en plena democracia, de prácticas aberrantes en los cursos de formación de militares.
El pase a retiro de Elisa Carrió de los primeros planos de la política del día a día es una mala noticia para quienes la consideran una barrera para evitar posibles desvíos autoritarios de algunos funcionarios, esos a los que el poder apuna. "Ya sé quienes serán los futuros dirigentes del ARI que me van a traicionar", le dijo Lilita a La Capital, avizorando una diáspora inminente en un partido que, más allá de la lúcida y brillante ex diputada nacional, no entiende que el voto a su jefa es "preideológico".
¿Por qué Lilita ganó en las mesas femeninas de la zona de Campo de Mayo, donde votaron mayoritariamente los familiares de militares? El ARI deberá debatir si transita por un camino contestatario y consignista o ejerce una oposición seria y racional que se consolide como alternativa de poder.
La realidad, a veces, impone una agenda impensada (o mal diagnosticada) en la campaña proselitista. Y si no, que lo diga el gobernador Jorge Obeid, quien jamás imaginó que sus primeros días de gobierno estarían signados por piquetes, paros, cataratas de reclamos sindicales y, al fin, un desalojo policial (con detenciones incluidas) a un grupo de víctimas de las inundaciones que quieren seguir percibiendo (ni más ni menos) los subsidios que les fueron entregados durante los últimos meses de la gestión anterior.
"El secreto de nuestra prosperidad consiste en la conservación de la paz y el acatamiento absoluto de la Constitución. No se necesitan las sobresalientes calidades de los hombres que se creen superiores para ser un gobierno recto, honesto y progresista", dijo Julio Argentino Roca, allá lejos y hace tiempo. Seguramente lo habrán acusado de pragmático.
A veces las acciones del presente y los caminos de salida hacia el futuro están escritos en el pasado. La clave es saber leer lo importante un poco mejor y hablar un poco menos. Hacen falta hechos, palabras sobran. enviar nota por e-mail | | Fotos | | |