| domingo, 18 de enero de 2004 | Los estrenos bajo la lupa de Escenario . Divertimento infantil para chicos del nuevo milenio "Mini espías 3D". Calificación: 3 estrellas. Intérpretes: Daryl Sabara, Antonio Banderas y Silvester Stallone. Género: aventuras. Dirección: Robert Rodriguez. Duración: 85 minutos. Salas: Siglo, Monumental y Village.
Con un recurso que data de la década del 60, como el de utilizar anteojos de colores rojo y azul para hacer vivir la ilusión de las tres dimensiones, el director Robert Rodriguez concretó una película muy entretenida para grandes y chicos.
La historia narra una aventura protagonizada por un agente especial, Juni (Daryl Sabara), un niño que debe para salvar a su hermana Carmen (Alexa Vega), quien quedó prisionera de un video juego diseñado por el siniestro Toymaker (Silvester Stallone).
Por su entorno y tema se trata, obviamente, de una historia propia del nuevo milenio. Mientras los niños de antaño imaginaban sus presencias junto a la de los héroes de los cuentos infantiles, estos chicos del siglo XXI quedan realmente prisioneros de un juego de computadora y deben ser rescatados. Hasta podría pensarse en que el director quiso dejar plasmada una alegoría a la gran dependencia que los chicos de hoy tienen con las pantallas de sus PC y concretar la fantasía de fundir personajes reales con los juegos virtuales.
Sin la producción millonaria con que suelen apabullar los productos de Hollywood el director consigue, merced a su gran habilidad e imaginación, redondear una entretenida aventura en la que es el factótum de la música, el guión, la dirección, la fotografía, los efectos visuales y el montaje. Ni más, ni menos.
Suspenso eficiente y un par de sonrisas piadosas "Jeepers Creepers 2". Calificación: 3 estrellas. Intérpretes: Ray Wise y Jonathan Breck. Dirección: Victor Salva. Género: Terror. Duración: 104 minutos. Salas: Monumental, Village, Siglo.
Un guión por momentos forzado, algunos efectos especiales fallidos que pierden su pretensión de truculencia para despertar sonrisas piadosas y actuaciones que no caen en el papelón pero tampoco se destacan, no impiden que el director Victor Salva cumpla su objetivo de conmover con eficacia al público adolescente y joven para el que trabajó en "Jeepers Creepers 2".
Tal como lo indica cierta pseudoleyenda cimentada en el primer filme de la saga, el escalofriante personaje de The Creeper retorna 23 años después y esta vez el objetivo del monstruoso ser -que vuela y gusta devorar las entrañas de sus víctimas- será un grupo de jóvenes estudiantes que viajan en un ómnibus escolar por un solitario camino rural. En la región vive un granjero que prepara su venganza contra el ser que tiempo atrás asesinó a su hijo.
Amoríos adolescentes, un alegato antirracista, efectivas armas caseras que remiten al muy estadounidense "hágalo usted mismo" sazonan esta historia que ofrece buenos momentos de suspenso mezclados con climas de road movie, para después derivar en una sangrienta persecución que culmina abriendo las puertas a un potencial nuevo capítulo de la saga y cuyo rodaje seguramente no podrá demorarse 23 años.
La sociedad de las chicas que esperaban un cambio "La sonrisa de Mona Lisa". Calificación: 2 estrellas. Intérpretes: Julia Roberts, Kirsten Dunst y Julia Stiles. Dirección: Mike Newell. Género: drama. Duración: 117 minutos. Salas: Monumental y Village.
Algunos medios de Estados Unidos rebautizaron a "La sonrisa de Mona Lisa" con el título "Dead Chicks Society" ("La sociedad de las chicas muertas"), en alusión a aquel dramón de Peter Weir de 1989. Y algo de eso hay, sí, aunque con menos lágrimas. La última película de Mike Newell ("Cuatro bodas y un funeral") se queda a mitad de camino, en una tibieza que por ratos la torna aburrida. La fascinación de las alumnas por la profesora que viene a cambiarles la vida no se siente y mientras tanto desfilan las típicas escenas del rechazo hacia la profesora desconocida, la problemática adaptación a un medio hostil, el romance inesperado, la "revelación" del pasado de los personajes, etc.
La ambientación de los años 50 está muy bien lograda, y también se transmiten (aunque muy esquemática y superficialmente) muchos signos de una época conservadora que en el fondo estaba engendrando grandes cambios. Pero la película parece cargar todo el tiempo con ese peso de elaborar un mensaje, de dejar una moraleja, de marcar cierta impronta en los personajes para hacerlos creíbles.
Algunas actuaciones, sin embargo, alcanzan para justificar los personajes. Y no es el caso de Julia Roberts precisamente. Kirsten Dunst demuestra que es mucho más que la chica de "El hombre araña" y Maggie Gyllenhaal vuelve a seducir como en "La secretaria".
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